12 de marzo
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**Es autodidacta, lo mismo pinta en caballete de gran formato que en miniatura

Jorge Martínez Cordero

CHALCO, Méx.-Víctor Rodríguez se califica a  sí mismo un “trotamundos” y “pata de perro”. Es pintor autodidacta y solventa sus gastos vendiendo sus creaciones en la calle donde se sienta en cualquier banqueta a pintar.

   Lagos y los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, son su principal inspiración y temas, pero presumió que gracias a su memoria fotográfica puede pintar lo que le pidan.

   El reportero se lo encontró sentado en el piso de la avenida Reforma, a un  costado del palacio municipal sobre una mochila donde lleva sus pequeños frascos de pintura, pinceles y demás materiales que ocupa para dar forma a sus dibujos en caballetes miniatura.

    El próximo 28 de julio estará cumpliendo  67 años de vida. 

Víctor se tomó unos minutos para platicar con AMAQUEME a quien le confió que desde niño tuvo la facilidad de pintar copiando lo que le pusieran enfrente.

Consideró que es un don que Dios le dio, ya que sin necesidad de estudiar arte y pintura y por su memoria fotográfica, le es aún más fácil realizar sus pinturas.

Dijo que puede pintar desde cuadros en gran formato hasta miniaturas, lo que se le pida que haga.

Señaló que en el 2019 cuando comenzó la pandemia perdió su trabajo en una empresa de aluminio y cristal,  por ello retomó la pintura, que es de lo que ahora vive.

Separado de su esposa desde hace 15 años, refirió que ahora sólo trabaja para él, pues a sus tres hijos tiene mucho tiempo que no los ha visto, al igual que a sus nietos.

Apuntó que él vive en Valle de Chalco, pero su trabajo le ha permitido salir a varios lugares a pintar, pero depende de donde se encuentre se acopla a trabajar con la materia que tenga a la mano.

Comentó que ha pintado en piedra de río, conchas de mar y por supuesto en madera, en lugares como Acapulco, Tabasco, Mérida, Guadalajara y en la Ciudad de México, acudiendo cada 12 de diciembre a la Villita, para pintar a la virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo y otros santos.

Confesó que desde que tuvo un accidente en su ojo derecho del que perdió la visión, únicamente se apoya con el único sano que le quedó, usando lentes con un sólo cristal, “para que quiero el otro si no me sirve mi ojo”, externó.

  Señaló que cuando llega a trabajar a Chalco, que quiere mucho, se enfrenta con un serio problema, el personal del área de comercio, ya que no le permiten vender sus cuadros, aunque no ocupa un espacio mayor al metro y medio.

   Denunció que lo quitan donde lo encuentran trabajando, por lo que tiene que torearlos para seguir dibujando.

 “Aunque la verdad hay algunos de ellos buena gente y me dejan pintar pasándose de largo, pero otros son mala onda y me levantan, por lo que me gustaría que algún funcionario me diera un permiso para que no me quiten, no le hago mal a nadie con vender mi arte”, asentó el pintor autodidacta que vende sus cuadros a 30 pesos.

Víctor, espera que sus hijos vean esta entrevista y lo busquen porque tiene muchas ganas de verlos y de abrazar a sus nietos, despidiéndose con la esperanza de que ello suceda algún día.