fbpx
3 de julio

DCIM100GOPROGOPR1382.JPG

Joel Avelar de León

   SAN ANDRES METLA, Méx.-  Un matrimonio de adultos mayores, clientes frecuentes del restaurante “Don Agustín”  fueron víctimas de un fraude, abuso y burlas por dos empleados.

    La tarde del domingo 27 de agosto, don Germán Hernández Díaz de 73 años y su esposa acudieron a comer como lo hacen de manera regular a ese negocio, realizando un consumo de 240 pesos que pagó con una tarjeta bancaria.

   Para denunciar el abuso y dar pormenores, una nieta del afectado se comunicó con el reportero de AMAQUEME la mañana del miércoles 30 de agosto.

   Explicó que después de pagar, operación que su mismo abuelo hizo, la cajera le dijo que por una falla del sistema no se había aplicado el cobro, pidiéndole que lo hiciera en efectivo, por lo cual le entregó  240 pesos.

   Sin embargo, precisó que cuando su abuelito llegó a su casa checó su aplicación bancaria en su teléfono y comprobó que su banco BBVA sí había aplicado el consumo antes referido, por lo que regresó al restaurante para hacer la respectiva observación a la cajera y solicitar la devolución de su dinero.

  La entrevistada refirió que el señor habló con la misma cajera para explicarle lo anterior, informándole que el mismo banco le regresaría el dinero en 48 horas.

   Confiado en lo anterior, don Germán dio por concluido el asunto y retornó a su hogar a esperar se cumplieran las 48 horas para que su banco le devolviera los 240 pesos.

   La nieta indicó que el martes 29 de agosto por la tarde, luego de cumplirse los dos días, su abuelo volvió al restaurante “Los Cochinitos” para solicitar de nuevo  la cantidad antes referida, pero para su sorpresa la cajera y luego una contadora se negaron a regresárselo.

  Aseguró que una mujer que se identificó como la contadora, en tono innecesariamente burlón y grosero le dijo a don Germán que no le iba a regresar el dinero.

   “También llegó el gerente y le dijo a mi abuelo que se llevara medio kilo de carnitas y 20 pesos de tortillas para saldar el adeudo de 240 pesos, lo cual no tuvo más remedio que aceptar, pese a que él y mi abuelita no comen carnitas”, puntualizó la denunciante.

   Detalló que ella se enteró de este abuso porque el martes por la mañana su familiar se comunicó con ella y con su mamá para invitarles a comer carnitas, explicándoles todo lo antes sucedido.

    Dio a conocer que abuelos son clientes constantes del citado restaurante y muy conocidos por meseros y hasta por los “franeleros” que le cuidan su vehículo.

   Reveló que cuando un mesero se enteró del abuso, lamentó y criticó la forma tan grosera como fue tratado don Germán.

   Finalmente manifestó que tomó la decisión de denunciar lo anterior, para alertar a quienes acostumbran acudir al establecimiento referido.