
Jorge Martínez Cordero
SAN GREGORIO CUAUTZINGO, Méx.- Bernardo Pérez es la tercera generación de campesinos de su familia dedicada a la siembra del cempasúchil y la nube, flores representativas de la festividad de día de muertos.
Lo que aprendió desde niño Bernardo le permitió, luego de muchos años de trabajar para un patrón, independizarse y convertirse en productor independiente.
Dijo que hace diez años se arriesgó a iniciar sólo su propio proyecto, rentando tierras de labor en esta comunidad de Chalco para sembrar la emblemática flor de cempasúchil.
Confió que en los primeros años batalló, pero confiado en las enseñanzas de su padre avanzó, aunque del 2019 al 2021 debido a la pandemia se estancó.
Repuesto para el 2022, dijo que reinició su actividad y sus clientes ganados en años anteriores le buscaron nuevamente para consumir su flor, que en la actualidad ha generado varias fuentes de empleo.
Bernardo dijo que además de la simbólica flor anaranjada y la nube, también siembra la crisalia, alhelí y girasol, lo que le ha servido para expandir sus ventas.
El productor originario del estado de Hidalgo señaló que desde mediados del mes de octubre, cuando la flor está lista para su corte, instala un puesto a orillas de la carretera Cuautzingo-San Martín, en Chalco, donde por tradición sus nuevos clientes y los cautivos, llegan a buscarlo cada cada año.
Apuntó que llegan de los pueblos y barrios aledaños, pero también lo hacen de Valle de Chalco, Ixtapaluca, Tlalmanalco, incluso de Nezahualcóyotl y Chimalhuacán.
Mónica Gallardo cliente infaltable del lugar, señaló que prácticamente desde que Bernardo empezó a producir, cada año regresa a consumirle, ya que consideró que además de ser una flor fresca y de calidad, puede ver un espectáculo multicolor de las distintas flores del campo.
“Me gusta venir aquí porque además de lo maravilloso que está el campo, la flor es recién cortada y está a muy buen precio” asentó Mónica.