13 de marzo
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Juan Lázaro Santiago

Reporterosenmovimiento.com
Hay cuatro trabajadores de una bodega de pollos de Toluca secuestrados por el crimen organizado y el gobierno de Delfina Gómez Álvarez sale a presumir que el delito de secuestro bajó 27 por ciento según sus estadísticas.

Es más presumen que se registró «una baja de 7.2 por ciento en los delitos de alto impacto en toda la entidad».

Entonces ¿los vídeos en los que el crimen organizado quema y balean bodegas de pollo en Toluca, no son delitos de alto impacto?.

¿Son «niños malos» que queman, secuestran y matan bajo el amparo de abrazos si, balazos no, según la teoría de Andrés Manuel López Obrador?.

Y como saben que el gobierno federal apapacha a los delincuentes, llegaron el 22 de diciembre a una bodega en Toluca y se llevaron a cuatro trabajadores, cuyo «único delito» es trabajar para mantener a sus familias.

La extorsión a polleros no es nuevo, llevan tres años, de acuerdo a la denuncia pública que hizo una de las dueñas de estos negocios y el gobierno priísta anterior de Alfredo del Mazo no se preocupó en lo mínimo.

Mucho menos el federal de Andrés Manuel López Obrador, que tampoco se interesó por aplicar operativos en contra de la extorsión.

Es más, ningún político en Edoméx baja su mirada para ver el sufrimiento de las víctimas de los extorsionadores en los 125 municipios de la entidad.

Solo manifiestan cierta preocupación cuando ocurren fenómenos sociales como el de Texcaltitlán, en donde la población linchó a 11 sicarios de la Familia Michoacana (FM) porqué no podían pagar las extorsiones.

A Texcaltitlán les costó -por el momento- la vida de el delegado y dos vecinos. ¿Los polleros también pagarán con sangre?.

El pueblo mexiquense está cansado de las extorsiones, uno de los delitos más comunes e impunes en el Edoméx y cuya única salida es la defensa como ocurrió en Texcaltitlán.

Los polleros también están hartos de las extorsiones de un grupo criminal y su único recurso es la denuncia pública.

Esperemos que el gobierno de Delfina Gómez Álvarez sea diferente al de Alfredo del Mazo y al de López Obrador, que sea más empático con la población mexiquense y combata ese delito de la extorsión.

Según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a noviembre han ocurrido 60 secuestros la mayoría por extorsión, unos seis o siete por mes y no ha bajado como presume el gobierno de Delfina Gómez.

En mayo de 2023 tuvo 11 secuestros con motivos de extorsión, mes que aún estaba como gobernador Alfredo del Mazo.

Todos esperamos un cambio en nuestro sistema de seguridad con Delfina Gómez y esperemos que ya no nos sigan engañando con cifras y convenza con hechos.

No solo los habitantes de Texcaltitlán y los polleros de Toluca estarían agradecidos, también otros sectores del Edoméx que son abiertamente extorsionados por grupos locales.
Al tiempo esperamos ver resultados.