12 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

SAN MATEO TEZOQUIPAN MIRAFLORES, Méx.- La construcción de locales comerciales invadió parte de una barranca para cimentar, lo que dañó la estructura de un puente con valor histórico arquitectónico que data de 1899.

El inmueble se encuentra en la avenida Melchor Ocampo.

Ante ello y las protestas de vecinos por el daño al puente, la dirección de desarrollo urbano municipal notificó al encargado de la obra presentar la documentación correspondiente de ella.

Al no tener respuesta del propietario, el jueves 15 se colocaron sellos de suspensión, que fueron violados para continuar los trabajos.

El sábado 17 de febrero, inspectores de obra del municipio  volvieron a pegar sellos para suspender la construcción, pero ahora más grandes y vistosos.

   Al lugar se presentó Sergio Espino, quien se ostentó como dueño de la propiedad, mismo que no exhibió la documentación requerida, (uso de suelo y licencia de construcción).

De acuerdo a personal de desarrollo urbano que hacía sus diligencias, se presumieron que Espino habló vía telefónica con Rosalba Jiménez Ramírez, síndica municipal para que evitara la colocación de los sellos.

    No obstante, los notificadores realizaron su trabajo y los pegaron.

    Sin embargo, aún con los avisos puestos, los albañiles continuaron trabajando sin importarles la violación que cometían por hacerlo dentro del inmueble suspendido por el ayuntamiento.

    El miércoles 21 por la mañana, por segunda vez los sellos fueron desprendidos y los trabajos continuaron su curso.

La denuncia de los hechos fue reportada por los propios vecinos de la comunidad a AMAQUEME, quien asistió hasta el punto y constató la desaparición de los sellos, presenciando que cuatro albañiles trabajaban a toda marcha.

Asimismo, el reportero acudió a las oficinas de desarrollo urbano municipal para preguntar la situación en que se encontraba dicha obra y conocer los motivos del retiro de los sellos.

En la dependencia se informó que efectivamente el domicilio señalado, no contaba absolutamente con ningún permiso ni trámite ante esa instancia, por lo que la violación ya en dos ocasiones de los sellos era un delito, lo que obligaba a su inmediata intervención,

Ante el señalamiento de la protección de Rosalba Jiménez, al presunto dueño, el reportero de AMAQUEME también acudió a su oficina en el palacio municipal para conocer su posición ante los hechos, pero no fue encontrada.