
Jorge Martínez Cordero
CHALCO, Méx.- Una cliente de la institución financiera “Compartamos Banco”, sucursal Chalco, denunció a Leonardo Edgar, gerente general de defraudarla por varios miles de pesos.
Entrevistada por AMAQUEME la mañana del viernes 24 fuera del inmueble ubicado en la avenida Chalco-Tláhuac s/n, colonia Centro,
Informó que se presentó al banco para resolver un problema de cobro que le han estado exigiendo, pero del cual nunca recibió el dinero.
Denunció que la han estado amenazando por medio de llamadas, con iniciar en su contra procedimientos legales si no cubre una deuda de casi 40 mil pesos.
Dijo que por casi nueve años ha sido cliente de ese banco que realiza préstamos de dinero grupales.
Aseguró que durante todo ese tiempo no había tenido problemas porque siempre saldaba puntualmente sus préstamos junto con los demás miembros de su grupo.
Hace unos cuatro meses se enteró de que tenía una deuda porque comenzaron a cobrarle un dinero que nunca recibió.
Asentó que al investigar los motivos, descubrió que personal del banco en complicidad con el gerente habían utilizaron sus datos personales, firma y hasta su huella digital para sacar dinero a su nombre, sin que ella estuviera enterada.
“No supe de esto hasta que por medio de llamadas y visitas del personal de ‘Compartamos Banco’, me exigieron que pagara casi 40 mil pesos de un dinero que según había pedido”, afirmó.
Refirió que varias veces solicitó una respuesta del gerente, pero nunca le dio una contestación convincente ni una solución al problema, argumentando que eso lo tendría que arreglar con su promotora, evadiendo toda responsabilidad.
Cansada del acoso que tanto ella como su mamá y una de sus hijas estaban sufriendo -porque aseguraron que también estaban involucradas en los préstamos-, decidió enfrentarse una vez más al gerente.
La sorpresa que se llevó la mañana del viernes 24 al llegar a la sucursal, fue saber que presuntamente el gerente había sido despedido, ya que sus superiores se habían dado cuenta de las prácticas fraudulentas que realizaba.
Externó que durante un par de horas presionó para que fuera atendida por algún responsable de la sucursal y llegar a un acuerdo sobre lo que le estaban cobrando.
Después de estar casi 60 minutos dentro del banco, al salir informó a AMAQUEME que no le dieron ninguna solución a la supuesta deuda.
Asentó que la única respuesta que recibió fue que en un mes y medio regresara, para conocer si el sistema ya había corregido el error.
Dijo que no le entregaron ningún documento del banco donde se comprometieran a no cobrarle y que tampoco sería molestada.
Comentó que sólo fue de palabra el compromiso.
“Espero que cumplan lo prometido en ese tiempo, de lo contrario tomaré otras medidas más drásticas, pero ahora con el asesoramiento legal de un abogado”, sentenció la señora Vianey.