12 de marzo
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***Ejército y Guardia Nacional aplican el Plan DN; decenas de familia durmieron sobre el agua del miércoles para jueves  

SAN MARTÍN CUAUTLALPAN, Méx.- La tarde noche del miércoles tres de julio habitantes del conjunto habitacional “Pueblo Nuevo” volvieron a dormir sobre agua y lodo que inundaron sus casas por segunda vez en siete días.

    Por las afectaciones registradas y número de familias perjudicadas, el ejército aplicó el Plan DN-lll con el respaldo de la Guardia Nacional, involucrándose en los trabajos de limpieza de calles, avenidas y viviendas.

    Los residentes señalaron que apenas estaban reponiéndose de la primera inundación del jueves 27 junio, cuando cientos de kilos de lodo entraron a sus calles y casas, perdiendo la mayoría sus muebles y aparatos electrodomésticos.

   La noche del miércoles volvieron a vivir la misma experiencia con casi iguales perjuicios.

   Fue el caso de Jesús y Jennifer,  joven pareja con un bebé de tres años, que llegó de  Ixtapaluca a rentar una casa en el claustro de “La Esperanza” desconociendo la mala situación que se ha vivido en el lugar año tras año.

    Dijeron que el propietario nunca les dijo los riesgos que se han vivido desde muchos años por inundaciones en tiempos de lluvia, y en apenas tres meses que llevaban viviendo, ya sufrieron dos inundaciones en su hogar.

Por los riesgos principalmente para su bebé por las constantes inundaciones, confiaron al reportero de AMAQUEME que en cuanto limpien, juntaran lo poco que les quedó de sus cosas, pues la gran mayoría de sus muebles y aparatos se perdieron y desocuparán la casa para buscar otro lugar donde puedan vivir tranquilos.

El caso no es el mismo para Teresa Trujillo Serrano, quien tiene su casa en el número 382 del claustro de “Juquilla”, que comparte con dos hijos que viven en la parte superior.

    Aseguró que desde hace dos años, su vivienda se inunda en cada temporada de lluvias, al igual que la mayoría de calles y casas.

   Aseguró que en la inundación del jueves 27 el agua rebasó los 60 centímetros dentro de su casa y como ella vive en la primera planta, los daños fueron totales.

Informó que se dedica al comercio y entre la pasada inundación y la vivida el miércoles tres perdió más de 50 mil pesos en mercancía.

Dijo que debido a la presión, angustia, desesperación y preocupación de lo que vivió la semana pasada y de sus pérdidas,  enfermó y tuvo que ser hospitalizada por casi siete días.

   Aunado a lo anterior, dijo que tiene que estar pendiente de su madre de 74 años, que tuvo un derrame cerebral y la mantiene en cama y debido a su estado de salud, es más vulnerable.

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Aunque en esta ocasión la respuesta del gobierno municipal a la emergencia fue inmediata y los damnificados recibieron ayuda, señaló que es urgente que los tres niveles de gobierno se pongan de acuerdo para trabajar y buscar una solución definitiva a la problemática de las inundaciones.

“No basta con que nos vengan a dejar muebles o nos den vales para volver a comprar, si cada año es lo mismo, es mejor que busquen un plan para darle solución” demandó.