12 de marzo

Joel Avelar de León

DURANTE EL MUNDIAL DE FUTBOL MEXICO 86, el imberbe columnista, reportero del Sol de Toluca, cubría diariamente los entrenamientos de las selecciones de Irán, Irak, Uruguay, Paraguay, Bulgaria y Bélgica en la sede de Toluca.

ESE CAMPEONATO QUE ACABA DE CUMPLIR 38 AÑOS de celebrado me dejó importantes experiencias y haber conocido a importantes figuras del balompié mundial.

DE TODOS ELLOS HUBO DOS que me dejaron un recuerdo imborrable, tanto por la forma cómo los conocí, como por el trato que tuve particularmente con uno de ellos.

UN PAR DE SEMANAS ANTES DE QUE INICIARA LA COPA del mundo donde se coronó la selección de Argentina al vencer a Alemania, llegó a México, particularmente al aeropuerto de Toluca el representativo brasileño.

POR MOTIVOS QUE DESCONOZCO, en el avión que trajo a los cariocas llegó la máxima estrella de ese país y del mundo, Edson Arantes do Nascimento, Pelé.

ESE DÍA ÚNICAMENTE ESTABAMOS EN EL AEROPUERTO un reportero de la recién creada Televisión Mexiquense; Fernando Schwartz, comentarista deportivo estrella de Televisa, el que escribe y el fotógrafo Mariano Soriano “tablitas”, compañero de El Sol.

CONTRARIO A LO QUE PENSABA, Pelé no era un hombre alto, apenas superaba el 1.70; eso sí, de fornido físico y piel más oscura de lo que creía.

FUE UN MALETERO PELIRROJO Y ROBUSTO COMO VIKINGO quien nos alertó de la presencia del brasileño en la entrada a la sala de espera, acompañado de dos o tres personas más, que también viajaban con la selección.

DEL GRUPO DE REPORTEROS al que me referí líneas arriba, fui el primero en acercarme a la estrella carioca, jalando y casi arrastrando a “Tablita”, que no entendió bien el comentario del maletero cuando pasó a nuestro lado.

PARA MI SORPRESA E INMEDIATA DECEPCIÓN, el astro se negó a darme la entrevista, dándome la espalda cuando me identifiqué con él.

A QUIEN SI SE LA DIO, aunque con monosílabos, fue al reportero de Televisa.

FRANCAMENTE ME DECEPCIONÓ MUCHO la actitud grosera del brasileño.

EL OTRO JUGADOR A QUE ME REFERÍA, era el portero titular de Bélgica, Jean Marie Pfaff, quien acabó esa justa como el jugador más popular y carismático en la sede toluqueña, principalmente entre las féminas.

DURANTE EL TIEMPO QUE PERMANECIÓ su selección en Toluca, entrevisté varias veces al robusto y rubio cancerbero, cuya estatura alcanzaba el 1.90.

JEAN MARIE NUNCA APRENDIÓ EL español, pero era alegre y bromista; reía a la menor provocación.

COMO DIGO, FUE EL MÁS POPULAR DE ENTRE todos los futbolistas de las selecciones antes señaladas que vivieron en Toluca cerca de un mes, por su carácter.

MUCHO SE HABLÓ EN SU MOMENTO de su fugaz amorío con una atractiva jovencita que vivía en el centro de Toluca, de conocida familia dedicada a las taquerías, una de las cuales, la de su tío Pepe, ubicada sobre la avenida Morelos, el columnista frecuentaba asiduamente con un grupo de compañeros diaristas, al término de la diaria jornada laboral durante el mundial.

JUSTO DE ESE NEGOCIO, una madrugada de principios de junio salí rumbo a Chihuahua, en lo que fue una experiencia personal que marcó mi vida personal, profesional; pero esa es otra historia.

LA PERSONALIDAD DE PFAFF era atrayente y  por su sencilla forma de conducirse, a diferencia de los paraguayos o uruguayos, era de los jugadores más entrevistados por la prensa local, nacional y extranjera.

EN LOS DIARIOS ENTENAMIENTOS DE SU SELECCIÓN en un campo situado en la zona industrial de Toluca, que está sobre paseo Tollocan, eran más las féminas que acudían a ellos que los reporteros que los cubrían, con un solo objetivo, o tomarse fotos con el portero o pedirle su autógrafo.

JEAN MARIE NO ERA EL UNICO GALAN de su equipo, pero sí el más simpático y carismático.

DE TANTAS ENTREVISTAS QUE DIO principalmente a reporteros de Toluca que más tiempo dedicaron a cubrir los entrenamientos de las selecciones citadas, el portero belga se aprendió varias palabras español, que por razones entendibles pronunciaba mal, pero con tal gracia, que siempre provoca risas.

ANTES DE RETIRARSE, LUEGO DE SU ELIMINACIÓN, por motivos que ya no me acuerdo, el columnista acudió al campo acompañado de don Benjamín Granados, reportero de El Diario de Toluca que llevaba varias fotos impresas de diferentes jugadores, entre ellos Jean Marie para que se las autografiaran o regalárselas.

JEAN MARIE LE AGRADECIÓ EL DETALLE Y en correspondencia le obsequió una playera que también le firmó y a mí, sorpresivamente, me regaló unos enormes guantes que usaba en sus entrenamientos, cuya marca ya no me acuerdo…

JUSTO UN DIA DESPUÉS DE LA CLAUSURA del mundial, lo cual fue un 30 de mayo de 1986, emigré para Chihuahua acompañado de mi maestro Eduardo Javier Osorio García, laureado escritor que ha ganado varios premios en la capital del Estado  y en Chihuahua, uno de los cuales ambientó en el club Obrero, un baro situado en los bajos fondos de la capital norteña, que el columnista visitó infinidad de tardes acompañado de Lalo.

HISTORIAS LAS MIAS que comparto con mis lectores, por la importancia que para mi representan.