***Familias de Culturas de México cumplen 14 días bajo el agua en Chalco; la desesperación y problemas de salud los agobian
Jorge Martínez Cordero

CHALCO, Méx.- Con llanto e impotencia, Rosa María Calderón en la calle Zapotecas de la colonia Culturas México rogó ayuda a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez por las condiciones en las que ha vivido los más recientes 14 días en su casa inundada.
Entre un fuerte olor a drenaje, intenso frío, la humedad de las paredes de sus cuartos, colchones y ropas mojadas es como decenas de familias han estado viviendo durante los últimos días, entre el agua que se metió a sus viviendas.
La humedad empegó a provocar al mismo tiempo, dolor de garganta y pulmones así como infecciones en los ojos, piel y estómago.
Las familias Nava Calderón y Mendoza Durán, son sólo dos ejemplos de las decenas que diariamente viven en tan difíciles circunstancias desde hace dos semanas, a consecuencia de las fuertes lluvias que han caído en el municipio.
Rosa María confesó que ya no puede seguir en tan complicadas condiciones.
“No queremos que nos vengan a dar comida cada vez que se acuerdan, queremos que nos vengan a sacar el agua y de una vez por todas arreglen el drenaje”, demandó con evidente molestia, solicitando la intervención de la gobernadora para que les ayude a salir de esta situación.
Afirmó que el estrés ocasionado durante estos 14 días de inundaciones le ha provocado enfermedades estomacales, infecciones en la piel, fuertes dolores en el pecho y pulmones, así como presión arterial alta.
Jesús Nava, su esposo, explicó que todo el patio de su casa se encuentra con 40 centímetros de agua, la cual no pueden desalojar porque el nivel de la calle está igual o un poco más alto.
El reportero fue invitado por el matrimonio a entrar a sus habitaciones para confirmar sus denuncias, comprobando que el agua se ha estancado y sus esfuerzos por sacarla al patio han sido inútiles, porque se filtra por otros puntos de la casa.
Ambos comentaron que en la recámara donde duermen lo hacen en medio del agua pestilente y con un fuerte olor a drenaje, además de soportar el frío provocado por la humedad.
Por otro lado, Elvia Durán, otra afectada, comentó a AMAQUEME:
“He tenido que colocar hiladas de tabiques a la entrada de la puerta de la casa con la esperanza de poder contener el agua de la calle, que sin remedio se ha estado metiendo durante estas inundaciones, además de la que brota de todas las coladeras, tanto de afuera como del interior de nuestro hogar, el cual se sigue deteriorando por las constantes lluvias, como muchos otros de diferentes calles de la colonia.”
La gran mayoría de sus muebles y electrodomésticos y de su mobiliario de trabajo, ya que se dedica a la venta de comida, han quedado dañados al quedar bajo el agua.
Asimismo, señaló que la cisterna donde hasta hace poco almacenaba agua potable, ahora la ha estado utilizando como depósito para sacar el agua de los cuartos y el patio de la casa para, de ahí, bombearla hacia la calle. Por último, comentó que año con año, desde hace 15 años se han inundado, pero para las autoridades auxiliares y municipales ellos nunca han sido considerados como afectados, a pesar de todo lo que han vivido y siguen pasando