CHALCO, Méx.- Durante 30 días de inundaciones, más de dos mil familias de varias colonias del municipio vivieron malas experiencias, pero la que vivió Fidel lo marcó para el resto de su vida.

Debido a una severa infección en un dedo del pie, contraída por el ambiente contaminado dentro de su casa inundada con aguas negras, Fidel Hernández González tuvo que ser llevado de urgencia al hospital, donde, sin remedio, le amputaron la pierna por encima de la rodilla.
«Fue una medida necesaria con la que estuve de acuerdo y autoricé, ya que, de avanzar la infección, podría haber llegado al hígado y a los riñones, y quizá no hubiera vivido para contarlo», dijo el vecino de la colonia Jacalones.
El señor, de 57 años, confesó que padecía pie diabético y que, desde el primer día de las inundaciones, permaneció en la parte alta de su casa, confiando en que las aguas desaparecerían pronto y todo volvería a la “normalidad”, como en años anteriores.
«Los días pasaban y el nivel del agua sucia seguía subiendo, hasta que nuestra casa, ubicada en la calle 2 de Marzo, terminó completamente sumergida y ya no pudimos salir de ella», contó el vecino.
Relató que, de esa manera, él y toda su familia pasaron 15 días durante los cuales la contaminación del agua aumentaba cada vez más. Aunque dijo que permaneció resguardado en un cuarto, el ambiente tanto de la calle como dentro de su casa, se contaminó tanto que le provocó la infección.
Señaló que la infección comenzó en uno de sus dedos del pie, pero pronto se extendió a los otros cuatro, al grado de que todo el pie se puso negro.
Ante la difícil situación, pidieron ayuda al exterior y los bomberos del municipio lo rescataron en una lancha, llevándolo inmediatamente al hospital.
En el nosocomio, los médicos le informaron que la infección había avanzado con rapidez y que tendrían que amputar hasta el tobillo. Sin embargo, después de realizarle estudios, los doctores determinaron que el daño podría llegar hasta los riñones y el hígado, por lo que la amputación se realizó por encima de la rodilla.
Fidel confesó a AMAQUEME que, sin pensarlo, dio su consentimiento y autorizó la amputación.
Desde el 17 de agosto, don Fidel se encuentra alojado junto con su familia en el albergue de la colonia Culturas de México, donde ha recibido atención médica, alimentos y un lugar donde dormir tranquilo.
«Me han acogido de la mejor manera y he estado recibiendo las mejores atenciones mientras existe la posibilidad de regresar a mi casa», comentó.
Relató que, para que eso suceda, sería necesario que el agua desaparezca por completo y que la casa y la calle sean desinfectadas minuciosamente para evitar otra infección.
Pidió a la gente de buen corazón que, si desea, done algo de dinero para que él pueda adquirir una prótesis, ya que su mayor deseo es volver a caminar.