
CHALCO, Méx. – Al menos 70 baches formados en la carretera federal México-Cuautla, desde el lienzo charro Joan Sebastian hasta el punto conocido como «Los Cocos», han provocado serios accidentes viales que han afectado a decenas de conductores.
Los vehículos que, sin poder evitarlo, caen en los agujeros sufren severos daños mecánicos, y algunos motociclistas han resultado con fuertes golpes por las caídas. Incluso, algunos automovilistas han tenido daños en las cervicales.
Uno de los muchos accidentes provocados por estos baches ocurrió la tarde del miércoles 11 en la carretera con dirección a la CDMX, cuando un motociclista que circulaba por la lateral, antes de llegar a las dos gasolineras, intentó esquivar uno de los tantos hoyos, pero perdió el control y cayó a unos diez metros de su moto.

El motociclista, repartidor de comida por aplicación, afortunadamente solo sufrió el golpe de la caída, ya que el casco le protegió la cabeza. Además, en ese momento no circulaban otros vehículos; de lo contrario, el final del accidente podría haber sido trágico, según informaron comerciantes de la zona que presenciaron el incidente y auxiliaron al repartidor.
AMAQUEME recorrió el lugar y verificó que las decenas de baches sobre la cinta asfáltica representan un gran riesgo para los cientos de automovilistas que transitan por la carretera diariamente.
Algunos de los baches más grandes han sido rellenados varias veces con piedras, tabiques e incluso llantas viejas para señalar el daño. Sin embargo, estos materiales desaparecen rápidamente con el paso de los vehículos.
El bache ubicado a la altura de la colonia La Zapata, que mide casi tres metros de largo y unos 50 centímetros de profundidad, ya ha provocado varios accidentes, según informó Carlos Huerta, acomodador de autos en una tienda de abarrotes cercana.

Carlos mencionó que ha intentado rellenar el hoyo con diferentes materiales, pero ha tenido problemas con elementos de la Guardia Nacional, quienes han intentado detenerlo por intervenir en una vía federal, por lo que se siente limitado en su capacidad de ayudar.
Ante la situación, Carlos solo puede advertir a los automovilistas cuando es posible, agitando un trapo rojo para que reduzcan la velocidad y esquiven el bache. No obstante, algunos no le prestan atención e incluso le han aventado el auto y han caído en el agujero.
Carlos también ayuda a las personas a cruzar la carretera, especialmente a los adultos mayores, ya que muchos conductores no les ceden el paso.
Por otro lado, en la lateral del punto conocido como «Los Cocos», se constató la presencia de al menos 15 baches de considerable tamaño, que los conductores deben esquivar uno por uno a su paso.
