18 de abril

El volcán, ubicado entre Morelos, Puebla y el Estado de México, continúa en Fase Amarilla 2 del semáforo de alerta volcánica.

Por Redacción

Este martes 16 de abril, el volcán Popocatépetl presentó una intensa jornada de actividad con un total de 57 exhalaciones acompañadas de vapor de agua y gases, además de más de cinco horas de tremor volcánico, de acuerdo con el monitoreo conjunto del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El informe técnico detalla que el coloso registró 337 minutos de tremor de baja amplitud, de los cuales 190 correspondieron a movimientos de alta frecuencia y 147 minutos a tremor armónico. Durante las primeras horas del día también se observó una emisión constante y ligera de gases con dirección al noroeste.

La actividad reciente no representa, por ahora, un cambio en el nivel de alerta, por lo que el semáforo volcánico se mantiene en Amarillo Fase 2, lo que implica una vigilancia reforzada ante explosiones esporádicas, caída ligera de ceniza y posibles flujos de lodo en caso de lluvias intensas.

Autoridades exhortan a mantenerse alejados del cráter

Las autoridades de protección civil reiteraron su llamado a la ciudadanía para que evite acercarse al volcán, especialmente a la zona del cráter, debido al riesgo de fragmentos balísticos. También advirtieron sobre el peligro que representan las barrancas en temporada de lluvias, ya que pueden activarse flujos de lodo o escombros.

Para mantenerse informada, la población debe consultar únicamente los canales oficiales como el portal www.gob.mx/cenapred y la cuenta de X (antes Twitter) de la Coordinación Nacional de Protección Civil (@CNPC_MX). En caso de emergencia, se puede contactar al 800-713-4147 o al 911.

Popocatépetl: vigilancia permanente ante un gigante activo

El Popocatépetl es uno de los volcanes más monitoreados del país, no solo por su proximidad a zonas densamente pobladas, sino por su constante actividad. Con una altura de cinco mil metros sobre el nivel del mar, este volcán representa un potencial riesgo para comunidades en Morelos, Puebla, Estado de México, y zonas periféricas de la Ciudad de México y Tlaxcala.

Actualmente forma parte del grupo de volcanes con vigilancia permanente por parte del Cenapred, junto con otros como el Volcán de Fuego en Colima y el Chichón en Chiapas. Aunque cada volcán tiene conductos y sistemas magmáticos independientes, el monitoreo preventivo permite reaccionar con rapidez ante cualquier variación significativa en su comportamiento.