
Jorge Martínez Cordero.
SAN MATEO TEZOQUIPAN, MIRAFLORES.- Un joven de 17 años vio la muerte muy de cerca cuando fue amarrado a un poste y golpeado por una treintena de vecinos.
Con dos cómplices más, el adolescente entró a robar a una casa localizada en la calle Calandria, poco antes del mediodía.
Para su buena fortuna, parte de los pobladores que lo aseguraron cuando salía de la vivienda para escapar, intervinieron a su favor.
A los vecinos que lo aseguraron cuando pretendía huir no les importó que estuviera armado, aunque en ningún momento los amenazó para evitar que fuera golpeado y amarrado.