
Jorge Martínez Cordero
CHALCO, Méx.- Con cubrebocas, careta y limpieza constante con agua y jabón o gel anti bacterial, fue como más de 100 vendedores ambulantes de diferentes tianguis, se reanudó la actividad comercial la mañana del domingo 24 de mayo.
Solo productos perecederos y lo relacionado con alimentos, así como de limpieza, fueron los primeros productos que se autorizó vender en las calles, por parte de las autoridades de salud y del municipio.
Los comerciantes señalaron que el regreso fue condicionado, ya que se deberá cumplir con las reglas de higiene y salud, estipuladas por la jurisdicción sanitaria regional y el municipio, de lo contrario se dará marcha atrás y vendría una suspensión.
Ante los posibles casos de contagios por el SARS-CoV-2, las actividades comerciales de tianguistas fueron suspendidas desde la segunda quincena de abril.Después de mes y medio de haberse suspendido los tianguis, con apenas 30 puestos de productos necesarios, tianguistas del barrio la Concita se incorporaron al trabajo la mañana del lunes 25 de mayo, así como los de Jardines el martes 26 y Culturas el 27.
La medida se acordó por la comisión sanitaria y el gobierno municipal para evitar el crecimiento de infectados, compromiso firmado entre autoridades y los diferentes líderes de tianguistas, con el fin de proteger la salud de la población.
El regreso de los demás giros será de paulatino, dependerá en buena medida del cumplimiento a las reglas dispuestas por parte de las autoridades.
La días de cuarentena para Leticia Martínez Pérez durante 45 días que no salió a vender chicharrón, quesadillas y longaniza, la obligaron a emplearse como trabajadora domestica con amistades, lo que permitió sobrevivir con tres miembros más de familia, ya que es madre soltera.
Eliud García, comerciante de frutas y verduras, dijo que la situación del encierro fue muy difícil para él y su familia, pues permanecieron 50 días confinados, terminando con sus recursos económicos, por lo que tuvo que conseguir un préstamo de 20 mil pesos para volver a surtirse de mercancía.
Para Octavio Ramos, que su vida ha sido el comercio, señaló que permaneció 40 días en casa comentando que la crisis económica pego duro en su familia de seis integrantes, conservando semillas, granos y abarrotes que es lo que vende, la libró y ahora con el reinicio de las ventas en la calle espera pronto recuperarse económicamente.