
Dalila Rodríguez García
En las noticias: “Hoy alcanzamos el mayor número de contagiados y muertos por coronavirus” esto se oye todos los días refiriéndose a las estadísticas que reporta el gobierno sobre la pandemia del Covid-19, es decir que hoy murieron más que ayer y mañana serán más que hoy, los que darán su último aliento. Terrible ¿verdad? pero preocupémonos un poco más, pues “las cifras oficiales del Registro Nacional de Población (Renapo) muestran que la Secretaría de Salud incurre en un subregistro casi del 50 por ciento de las muertes originadas por la emergencia sanitaria de coronavirus” publica el diario El financiero el 05 de julio. El registro de defunciones se hace en varias opciones: “muertes Covid”, por “Covid posible” por “neumonías” y “neumonías atípicas.
Concediendo que los datos están así, debieron haber bastado para que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) instruyera a su gobierno una serie de acciones para atacar contundentemente el problema, para que se defienda la salud y vida de los mexicanos, en especial de aquellos con pocas condiciones para resguardarse con alimento suficiente y con la salubridad adecuada, o sea, el 90% de este país, no menos de 100 millones de personas.
Pero en lugar de ello, lo que se nos da es una deshonrosa declaración mañanera, una explicación jocosa o un consejo moral ante una desgraciada situación, como las muertes por Covid o por inseguridad…y lo vemos superando el martes la ocurrencia que dijo el lunes, posicionándose felizmente en memes y caricaturas, cualquier otro sujeto sin cualidades presumibles, estaría satisfecho de acaparar los medios con esa ordinaria conducta, pero ocurre que estamos hablando del presidente del país y nos importa tanto, porque somos los afectados directos de sus buenas o equivocadas decisiones.
Si AMLO personalmente es quien planea esta estrategia mediática, con seguridad le esta dedicando más tiempo que el que le llevaría tomar cuatro o cinco decisiones sensatas, juiciosas, maduras pues, para comenzar de una vez a arreglar todo el desgarriate en que tiene al país. Es común que al hablar de esta situación alguien salte diciendo “pero con el PRI o con el PAN estaríamos peor”. No sé. Pero sí se que aceptar ese supuesto, es igual que aceptar sumisamente el peso de nuestra cruz hoy, porque pesa menos que la que en nuestra imaginación, pesaría si otros gobernaran. Un consuelo y resignación paralizantes.
Lo que todos debemos tener claro, es que el gobierno en turno, por condición democrática, sin importar con que siglas llegó, está obligado como hoy a atacar todos los problemas con mayor oportunidad y cientificidad, y que con tantito más sentido de humanidad, tendría que estar implementando de ya, un programa de apoyo alimentario nacional, pero como se le ocurrió a los antorchistas demandarlo entonces la 4ª T dijo ¡no! El gobierno de AMLO, debería estar al día de todas medidas que en Europa primero y luego en Latinoamérica han funcionado y pueden ser operadas aquí, pero la soberbia les domina como el virus a nuestro territorio. Y aquí estamos mostrando a nuestros semejantes en el mundo que aquí se declaran muertes a diario, como si habláramos de flores marchitas que se reponen sembrando mañana otras.
Aquí, en México, la vida del contagiado, que ha tenido la fortuna de ser hospitalizado, se la disputan fuerzas desiguales: por un lado un virus que va colapsando el organismo sin antídoto que lo detenga, y por el otro, los esfuerzos del personal médico que se encuentran en batalla sin fúsil, pues carecen de condiciones indispensables para lograr que la vida se imponga, y como vemos, pierden la batalla en cientos de casos al día.
La situación es inédita y la reacción también debe serlo. Este gobierno no se ha puesto a la altura de los intereses colectivos, hay que hacer que nos escuche, debemos usar todos los medios posibles: las redes sociales y la calle si es necesario, pero el país no puede ser un rastro sin que un poder tan grande como el pueblo organizado se levante y diga ¡basta! El látigo asesino de la pobreza al que se le suma hoy la pandemia no puede seguir su ritmo.
En Antorcha te llamamos a un frente nacional que como primera meta se proponga en el 2021, llevar al Congreso de la Unión, ahí donde las leyes se dictan, a quiénes genuinamente nos representen, nos defiendan y nos lleven a vivir en paz. Debemos estar resueltos a ver la vida con otros ojos, con unos de futuro, vamos a componer este país, nosotros, porque nos corresponde, porque nos toca, como dijo el poeta Pablo Neruda:
“…debemos hacer algo en esta tierra
porque en este planeta nos parieron
y hay que arreglar las cosas de los hombres
porque no somos pájaros ni perros”
Siempre para servirte:
Dalila Rodríguez García