13 de marzo
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Mónica Martínez Rivera

SAN JUAN TEPECOCULCO, Méx.- Personal del municipio tiró una barda de 40 centímetros y emplazó a la dueña de una casa a hacer lo mismo, pues ambas construcciones se hicieron sobre el cauce de una barranca.

   Tanto el muro como la casa tapaban el paso del agua, lo que originaba que se estancara y por las constantes lluvias buscara una salida, que ocasionaba frecuentes inundaciones y afectaciones a vecinos de la calle Benito Juárez.

   La mañana del miércoles ocho de julio, personal del municipio utilizó una máquina conocida como “mano de chango” para demoler la barda de casi cinco metros de largo, retirar lodo y ampliar el cauce a un costado de la vivienda de Evangelina Romero, su dueña, quien fue emplazada a reubicarse a otro lugar con la advertencia de usar la fuerza pública de no hacerlo.

   La reportera de AMAQUEME acudió al punto, invitada por vecinos y constató que tanto Fortino Mejía Lozada, quien levantó la barda, como Evangelina Romero,  tomaron ilegalmente cinco metros del cauce.

   En ambos casos primero azolvaron el ancho y fondo del barranco.

   Es importante precisar que debido a las afectaciones que ocasionaba el taponamiento del cauce, vecinos demandaron al municipio su intervención, por la negativa de los dueños de ambos predios a tirar la barda y reubicar la casa.

   “Los motores de vehículos se apagaban, o nos mojábamos al cruzar la calle para llegar a nuestros domicilios, ya que este es el paso al barrio de San Martín”, indicaron.

   Manifestaron que debido a la negativa de ambos infractores, los denunciaron a la dirección de desarrollo urbano.

  El miércoles ocho, AMAQUEME entrevistó a su titular, Pablo Bautista Rubí, quien indicó  que en noviembre habló con los dueños, quienes le presentaron documentación aprobada por gobiernos anteriores, que los reconocían como propietarios de la barranca que tiene diez metros de ancho.

   Dijo que le mostraron contratos privados y permisos de construcción.

   Destacó que en el caso de Evangelina, hasta fue beneficiaria de apoyos económicos del Fondo Nacional de Desastres por daños que sufrió del temblor de 2017, pese a que estaba dentro de la barranca.

   Bautista Rubí indicó que la señora adquirió ese predio en una compra-venta,  irregular, porque los anteriores dueños no respetaron los límites de la barranca.

   Explicó que en su caso, Fortino Mejía amplió los límites de su predio, que inicia en la calle Cinco de Mayo, pues tomó ilegalmente cinco metros de la barranca por la parte trasera y el 12 de junio construyó la barda cerrando definitivamente el cauce.

   Refirió que antes de ello azolvó cerca de diez metros de profundidad para nivelarla a la altura de la calle.

    Externó que ya había solicitado a las dos personas desocupar el espacio, advirtiéndoles que de no hacerlo la ley usaría la fuerza pública, amparado por la ley, pero, presionado por denuncias de pobladores, debido a las constantes inundaciones, el municipio tomó las medidas ya descritas.

    Indicó que Evangelina Romero  será reubicada a otro predio y su casa será demolida.