13 de marzo
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Por Miguel Ángel Sánchez Ramos

La reelección por un periodo más de los alcaldes y demás miembros de los ayuntamientos mexiquenses, como parte de la reforma política del 2014 puede ser una realidad en la elección que se llevará a cabo en el año 2018. Igual suerte pueden correr los diputados locales, quienes se pueden reelegir hasta por cuatro periodos más.

No es lo mismo para los diputados federales quienes su proceso de reelección empieza en la elección del año 2021, los senadores se podrán reelegir hasta el año 2024.

La reelección de los presidentes municipales constituye para muchos una suerte de voto retrospectivo, según se hayan desempeñado en el primer periodo será la suerte que corran en el proceso de elección consecutiva o reelección.

Pero sólo podrán ser nominados como candidatos a otro periodo por el mismo partido que los haya postulado la primera vez.

Esto es de suma importancia, veamos. Sí puede haber reelección pero está condicionada a que la postulación sea por el mismo partido que lo llevó al gobierno, entonces esto hace que el gran designador de candidaturas sigue siendo el partido político.

Luego entonces, el presidente municipal durante su primera gestión se comportará como un obediente y disciplinado miembro de su partido para lograr la nominación.

Ese presidente no estará presto y atento a las demandas ciudadanas en primera instancia, pues lo que le interesa más es lo nombren candidato.

Claro, la elección depende del elector, del votante, del ciudadano, pero para llegar a ser candidato tiene que convencer a su partido y mientras que este no sea leal a la ciudadanía, no se ha ganado nada, socialmente hablando, para la sociedad.

La elección consecutiva puede ser de inmediato la frustración ciudadana.

El voto retrospectivo debe ser mejor ejercido, supone un elector más racional, más exigente. El político puede colarse otra vez a ser candidato para un periodo de gobierno más, pero el elector debe ver si hizo bien las cosas, si esto fue así, darle su voto, si no lo hizo, bien, entonces castigarlo no otorgándole su voto.

Los presidentes municipales que están en funciones actualmente tienen dentro de sus escenarios la contemplación de poder participar por un periodo más, pues no es lo mismo tres años que seis años. Les gustaría gobernar seis años.

Pero a juzgar por lo que hemos visto de cómo gobiernan creo que hay grandes posibilidades de que no logren todo nuevamente.

La principal pifia cometida es el proceso de comunicación con su población, no hay.

No me cabe la duda de que llevan a cabo diferentes acciones como obras públicas, servicios y gestiones para la comunidad; sin embargo no han podido desplegar estrategias de comunicación que permitan que esas acciones lleguen al conocimiento de su población.

Por eso, en general, la ciudadanía los califica mal y desconfía de ellos, además de toda la desviación y corrupción que le significa la política, es que no está comunicado adecuadamente.

El proceso de comunicación del gobierno significa establecer un diálogo con su comunidad, esto lleva a atender las necesidades, a ser sensible, a comprender lo que se quiere y poder canalizarlo.

Comunicar no es publicar un aviso, o una lona o una barda pintada, comunicar es dialogar, es conversar.

Claro, empieza con la información otorgada pero hay que estar abierto a recibir la opinión del otro y argumentar las acciones. Cosa que no caracteriza a todos los gobiernos municipales.

También se ha observado que los actuales gobiernos no se distinguen por ser inclusivos, por el contrario, se encierran en sus grupos y solo ellos deciden. El proceso de gobierno no es fácil, mucho menos en el régimen democrático que implica que se reconozca y se integre al que está en contra, a la oposición. Gobernar en la democracia significa convencer con argumentos. No imponerse por la fuerza.

Ante este panorama, el proceso de reelección para los presidentes se ve complicado, porque además querrán integrar en su planilla a otros actores representativos de su comunidad como síndicos o regidores, y ¿Qué dirán los que están en funciones? ¿Querrán también reelegirse?

Puede reelegirse todo el ayuntamiento. ¿Quién gobierna mientras son las campañas y la elección?

Pero para todos aquellos que andan soñando con la reelección les recuerdo que no ha habido una reglamentación al respecto, si bien la reforma político electoral del año 2014 contempló la reelección de los presidentes y sus compañeros ediles, además de los diputados locales, también es cierto que no se ha dicho más sobre cómo es el proceso de la reelección, pues no ha habido legislación precisa al respecto. Es decir, tiene que haber en la ley secundaria la reglamentación respectiva.

Lo único que dice el código electoral vigente es que pueden reelegirse, para lo cual tendrán que dejar el cargo con noventa días antes de la elección.

Entonces podrán hacer campaña pero sin ocupar el cargo de presidente, síndico, regidor o diputado local.

Pero el mismo código dice que el diputado puede regresar a su cargo después de la elección.

No lo dice del presidente y demás ediles, entonces ¿no podrá ser presidente hasta la toma de posesión?

Otro de los factores de importancia es la regulación del gobierno en su relación con el candidato, pues la competencia debe ser equilibrada entre todos los competidores, no por ser el presidente puede gozar del uso de recursos públicos para impulsar su precampaña y campaña.

Al hablar de recursos me refiero a dinero, personas o servidores públicos, automóviles, materiales, espacios y demás bienes públicos.

Esto de usar recursos públicos a favor del candidato casi no se ve en México y perdón por la ironía.