Martín Sánchez Martínez
CHALCO, Edo Méx.- El éxito de la familia Esteban para mantenerse en el gusto de su vasta clientela durante más de medio siglo, no sólo se debe a la calidad del pan que elaboran, también al esfuerzo y aportación de todos sus miembros.
Fue don Gabino Esteban Téllez, que casi frisa los 80 años, quien empezó a dedicarse a este oficio, y con los años, ante la demanda de su producto, se fueron sumando hijos, nueras y actualmente hasta los más pequeños se involucran en la producción diaria.
Junto con su ya numerosa familia, durante ese tiempo se han dedicado a la venta de pan y en temporadas como diciembre y enero se especializan en las roscas de reyes.
En entrevista con AMAQUEME, Gabino Esteban recordó que sus inicios fueron como ‘biscochero’, cuando apenas tenía 16 años, luego se independizó y se hizo de un negocio propio donde puso en práctica los conocimientos adquiridos.
Dijo que como su familia, el negocio fue creciendo, primero únicamente haciendo pan, que vendía y hasta la fecha lo hace, en su domicilio ubicado en calle Bodegas #26, colonia La Bomba.
Comentó que por la demanda de la rosca durante enero, llega a preparar 200 piezas al día para satisfacer a sus clientes que lo buscan de diferentes localidades como Ixtapaluca, Amecameca, Ayapango y otros.
Desde la rosca tradicional hasta las rellenas de zarzamora y crema pastelera, son las que durante enero, hermanos, tíos, sobrinos y nietos elaboran en su horno, haciendo equipo y sumando esfuerzos para cumplir con la producción diaria.
Los precios de las rosas oscilan de 50 y 250 pesos, de acuerdo a la diferencia de tamaños y elaboración.
«Desde que vinieron estas panaderías nuevas han hecho roscar rellenas de queso, de zarzamora, pero antes no usábamos eso, era rosca normal, natural, aquí todavía tenemos el gusto de trabajar con masas preparadas por nosotros mismos, no polvos, ni ningún químico, todo fresco», apuntó Gabino.
Su hija María Eugenia Esteban Sánchez, afirmó a AMAQUEME estar orgullosa por seguir con el negocio que su padre fundó, esperando que sus hijos continúen con este oficio para que no se pierda.
