12 de marzo
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Alma Abilene Figueroa López

   OZUMBA, Méx.- Freddy López Martínez, pertenece a una de las generaciones más jóvenes de ladrilleros en este municipio.

   Su abuelo materno fue el precursor y de él aprendieron el oficio sus familiares.

   Entrevistado por AMAQUEME, citó que sus papás continuaron el legado, enseñándoles el oficio a sus hijos para  llevar el sustento a sus casas.

   Aunque a ciencia cierta no se sabe cómo empezó esta actividad y la formóa como llegó a en Ozumba, Freddy recuerda que mencionaban a don Chuchito como el pionero.

   . En entrevista para AMAQUEME, externóque dedica mínimo ocho horas a trabajar, considerando que mientras haya luz del día puede seguir.

   Contó que diariamente, hace de 600 a 800 ladrillos, cuando sólo se trata de labrar, pero si tiene que hacer todo el procedimiento, preparar la mezcla y labrar, da forma de 300 a 400 piezas.

   Detalló que la materia prima con la que trabaja es tierra, barro y agua, aplicando la regla de tres por uno, que son tres carretillas de tierra por una de barro, obteniendo con eso la consistencia y dureza para hacer material de calidad,.

  “Todo lo anterior se coloca en una tolva, que es una especie de molino que mezcla todos los materiales para hacer una mezcla homogénea. El molino trabaja con un caballo, el cual camina en círculos y hace que la tolva gire homogeneizando todo”, explicó el entrevistado.

   Dio a conocer que los hornos ocupan leña de árboles caídos en el monte (con su debido permiso) y actualmente utilizan olote como combustible, pues es más práctico de usar y no necesitan permiso para transportarlo, pero también pueden usar el aserrín.

   López Martínez refirió quer en su taller realizan la cocción del material cada 15 días, dependiendo de la capacidad de cada horno, pues algunos de sus compañeros lo hacen cada 30.

    Dijo que además de ladrillo, elaboran teja, pisos y en su caso, como herencia de su padre, aprendió a elaborar macetas y figuras de diferentes tamaños y variedad de formas.

   Informó que sus moldes son a base de yeso y todo el trabajo es realizado a mano, es por ello, que más que ladrilleros se consideran artesanos.

   Confió por último su deseo para que no se pierda la costumbre de elaborar casas con ladrillo, pues aunque pareciera que el material es caro, según la calidad y el acabado de los ladrillos, su costo va de los cuatro a seis pesos, pero aporta beneficios térmicos de acuerdo al clima.