13 de marzo
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Joel Avelar de León

   AMECAMECA, Méx.- Sin cuidar la sana distancia, soportando el intenso sol sin ninguna protección, cientos de mujeres de diferentes municipios permanecieron largas horas fuera del CU-UAEM para entregar documentos personales para recibir su salario rosa.

   Las beneficiarias fueron citadas a las siete de la mañana del miércoles 17 en sus respectivos municipios, de Tlalmanalco a Ecatzingo para de ahí trasladarse en combis previamente rentadas por la dirección regional de desarrollo social en  Amecameca  al centro universitario.

   María de la Luz, de Tepetlixpa, de 60 años, llegó antes de las siete a una calle situada atrás de la alcaldía, a donde fue convocada por su coordinadora municipal, a quien sólo conoce como Lorena, pero por la hora y rapidez con la que salió de su casa no tomó ningún alimento.

   Entrevistada por AMAQUEME, reveló que llegó al centro universitario antes de las ocho y a las 8:15 se formó en la larga fila a esperar su turno, tocándole la ficha 1,800, observando que delante y atrás suyo había decenas de mujeres más que esperaban a que abrieran una de las puertas de entrada.

   Informó  que desde el 2018 ella fue seleccionada para recibir este apoyo económico, consistente en 2,400 pesos, presuntamente bimestrales, que no le depositan puntualmente, porque ha habido ocasiones que le han dejado de pagar hasta por cuatro meses.

   Aseguró que para que les depositen el dinero, es obligada por su coordinadora, junto con otras beneficiarias de Tepetlixpa, a realizar diversos trabajos como barrer calles.

   Explicó que poco antes de las 11 horas, transcurridas tres desde su arribo, empezó a dolerle la cabeza, a sentirse mareada y con la vista nublada debido al tiempo que llevaba expuesta al sol y decidió abandonar la fila.

  Externó que la atención era muy lenta y la entrega de documentos se llevaba a cabo dentro de la institución.

    Indicó que caminó hacia varios taxis estacionados frente al inmueble y pidió que la llevaran con una hermana que vive en Amecameca, para recuperarse y luego de ello, pidió otro taxi para que la llevara a su domicilio.

   Aseguró  que como ella, la mayoría de las mujeres no llevaban ninguna protección.

   La entrevistada, precisó que por la gran cantidad de mujeres que esperaban su turno, la fila se alargó cerca de un kilómetro en dirección a Zentlalpan.

   Manifestó que pasadas las diez horas, los rayos del sol empezaron a ser más fuertes y las mujeres que no llevaban sombrilla, se cubrían la cabeza con chamaras, bolsas o gorras

   A las 12.30 horas, el reportero acudió al punto y constató que las mujeres formadas no respetaron la sana distancia, pues estaban muy juntas entre sí.

   Después de tomar varias gráficas, se acercó con tres mujeres situadas a diez metros del acceso, a quienes trató de entrevistar y aunque respondieron a una pregunta inicial, se acercó una mujer robusta, de aproximadamente 35 años, a quien les pidió no dar información.

    La orden fue escuchada otras señoras que a gritos pidieron al reportero retirarse o lo iban a desgreñar.

    Finalmente, personal del centro universitario informó que la primera persona en ser atendida fue a las 8:30 de la mañana y la última pasadas las 19:30, porque ellos sanitizaron el inmueble a las 20 horas.

   Explicaron que el día anterior, personal de desarrollo social regional acudió a solicitarles un espacio para la entrega de documentos.