
OZUMBA, Méx.- De 1980, cuando a Sabina Maximiliano Saldaña le traspasaron un puesto de revistas, a la fecha, sus ventas de periódicos se desplomaron más del 70 por ciento.
En la actualidad, los lunes, día de mayor venta, apenas si le compran 16 periódicos en general, cuando a su puesto acudían decenas de clientes .
Recordó que hace 41 años, en un solo día llegaba a vender más de 50 ejemplares del ESTO y una cifra similar de Ovaciones, periódicos especializados en deportes.
Sabina lleva poco más de cuatro décadas en el negocio.
En este municipio fue una de las pioneras y en sus inicios, vendía como pan caliente, periódicos, revistas, novelas de amor y el libro vaquero, preferido de tianguistas y taxistas.
Hoy, la mayor parte de las casi nueve horas de su jornada diaria, que empieza a las ocho, se la pasa tristeando en su solitario puesto, localizado en la entrada del mercado gastronómico, donde es común verla cabecear por la falta de ventas.
. Aunque reacia a la entrevista con AMAQUEME, Sabina comentó que por los motivos antes expuestos sus ingresos disminuyeron en forma significativa y para equilibrar su economía se ayuda vendiendo dulces y refrescos.
Aseguró que anteriormente su puesto estaba muy surtido, principalmente de revistas para todos los gustos,
Actualmente, son contadas las que vende, primordialmente para colorear, porque a partir de la pandemia, como muchos niños se la pasan encerrados, sus papás se las compran para que no se aburan.
Recordó que antaño, lo que más demanda tenía eran las publicaciones de Editorial Novaro, como novelas de amor, el libro policiaco, Fantomas, o los libros clásicos infantiles, del periódico La Prensa y Joyas de la Mitología.
Gradualmente, refirió, fue comprando menos revistas y periódicos, porque ya no se vendían.
Cabe señalar que Sabina era la que más periódicos vendía de AMAQUEME impreso en todos los municipios donde se distribuía, con un promedio semanal de 450, que gradualmente fue disminuyendo hasta estancarse en 200.
La señora Maximiliano Saldaña tiene 64 años, no usa teléfono celular ni mucho menos, confiesa, sabe de internet y computadoras, por eso no sabe a qué atribuir el marcado descenso en el interés de la comunidad por seguir comprando medios impresos.
Confió al reportero que por un problema de la vista, muy pronto dejará de vender, después de 40 años haciéndolo ininterrumpidamente los 365 días del año.