13 de marzo
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Jorge Martínez Cordero

   TEMAMATLA, Méx.- Por defender a su papá que era golpeado por dos hombres, un joven de 16 años fue asesinado de un balazo.

    La agresión contra el adolecente sucedió a las 19:30 horas del jueves 14 de octubre sobre la calle Cuauhtémoc, una de las más transitadas de la cabecera.

    A pesar de la cercanía de la comandancia, ubicada a no más de 300 metros y de haberse escuchado el disparo, la policía se demoró más de diez minutos en llegar, al igual que paramédicos de protección civil municipal.

   Sin embargo, cuando revisaron al menor, ya no contaba con signos vitales.

    Vecinos que presenciaron el homicidio, informaron a AMAQUEME que dos desconocidos y una mujer ingerían bebidas alcohólicas con Martín, papá del joven y de pronto escucharon que discutían por un teléfono celular.

    Dijeron que los tres insultaban y golpeaban a Martín, acusándolo de haber robado el aparato móvil de la mujer.

    “El muchacho, que se encontraba cerca donde su padre bebía, vio cuando era agredido y se acercó para ayudarlo”, detallaron.

    Dijeron que se agarró a golpes con uno de los desconocidos, que sacó una pistola y le disparó a la altura de cuello.

    Los dos hombres huyeron del lugar corriendo, uno con dirección a la calle Nayarit y el otro a la Zacatecas.

    Informaron que pese a la gravedad de su herida y desangrándose, corrió en busca de ayuda rumbo a la plaza Miguel Hidalgo, pero cayó frente al jardín central, a pocos metros de la presidencia municipal.

    Señalaron que la mujer, perturbada por los hechos se quedó parada y fue asegurada en el mismo lugar por la policía municipal.

   Los denunciantes manifestaron no haber visto con anterioridad a los sujetos con los que Martín convivía, en tanto que la señora y el papá del joven asesinado fueron asegurados y presentados ante el ministerio público del centro de justicia de Chalco para rendir su declaración y resolver su situación jurídica.

    En el sitio lugar donde quedó tendido el cuerpo del adolecente, fueron colocadas dos veladoras, que permanecieron encendidas.

   Asimismo, aun eran visibles las manchas de sangre del joven, cuando caminó hacia la plaza.