
Alma Abilene Figueroa López
OZUMBA, Méx. Calaveras de amaranto artesanales, de sabores tamarindo con chile, ajonjolí, jamaica y café son elaboradas por la familia Pérez Valencia para su venta durante la temporada de muertos.
Además de lo anterior, también hacen calaveras de chocolate, comerciales y artesanales, estas últimas con 100% cacao tostado.
Entrevistada por AMAQUEME, Feliciana Valencia Arrebal comentó que lleva más de 20 años dedicándose a la preparación de productos derivados del amaranto.
“Mi esposo sembraba amaranto y lo vendía a la fábrica San Miguel, pero a mí me dio la inquietud de procesar el amaranto, y nos presentamos en una institución que antes funcionaba, de nombre Sierra Nevada, ahí nos ayudaron”, explicó.
Señaló que buscaron ese lugar con la finalidad de que les pagaran más por el amaranto que su esposo sembraba, sin embargo, les pidieron llevar amaranto ya procesado, pero con alguna novedad.
“Se me ocurrió hacer las alegrías de sabores, hicimos unas muestras, las presentamos y nos aceptaron, empezamos a acudir a exposiciones de artesanos elaboradas por las PyMES, pero después mi esposo dejó de cultivar amaranto y nos retiramos de ello”, refirió.
Feliciana confió a la reportera lo que para ella es una historia triste, pues estuvo muy enferma y casi pierde la vida, su doctora le recomendó comer amaranto para recuperarse.
“Me vi muy grave, la verdad ya no me contaba, la doctora me recomendó comer bastante amaranto, en cada comida tenía que comer una tableta de amaranto y la verdad yo quedé hasta el gorro de amaranto con miel y fue por eso que se me ocurrió ponerle sabores”, relató.
Indicó que para ingresar a la fábrica San Miguel les solicitaban tablas nutrimentales de sus tabletas de amaranto, y una persona encargada del laboratorio le sugirió hacer unas tablas más certeras, ya que sus alegrías contenían elementos curativos.
“Si usted se come una tableta de ajonjolí le ayuda mucho a su salud, pues tanto el ajonjolí como el amaranto poseen muchas propiedades; la de jamaica le ayuda para el riñón”, reveló.
Feliciana se consideró una persona innovadora, “hice una de neldo y esa le tranquiliza los nervios, con una o dos barritas antes de dormir duerme como angelito”, aseguró.
Expresó que, aunque aún realizan ese tipo de tabletas, no son muy vendidas pues las personas no están acostumbradas a consumir el amaranto, prefieren pagar de 10 a 15 pesos por unas galletas, que pagar cinco por una tableta de amaranto que es más benéfica para su salud.
En cuanto al proceso de elaboración de las calaveras de amaranto y chocolate, actividad que realiza con el apoyo de sus hijas y esposo, explicó que en cada una tienen variedad comercial y artesanal y se hacen con un proceso distinto.
“Primero se tuesta el amaranto, ya que la semilla es muy pequeña y tiene que reventar como si fuera una palomita, posteriormente se le ponen las mieles y a base de los moldes se obtiene la calaverita”, detalló.
“Las de chocolate comercial se hacen con barras de chocolate que derretimos y moldeamos, las artesanales son más laboriosas, compramos el cacao, lo tostamos, lo molemos y con los moldes se le da forma, son 100% cacao”, manifestó.
Dijo que sus productos los vende fuera de su casa, ubicada en la calle Vicente Guerrero 29 de este municipio, y ocasionalmente pone un puesto en el centro.
Asimismo, su hija Ana Gabriel Pérez oferta las calaveritas en sus redes sociales y es la encargada del decorado, el cual empieza a elaborar desde agosto para que las figuras se endurezcan y sean manejables en estas fechas.
AMAQUEME también entrevistó a Ana Gabriel, quien ayuda a sus padres en la elaboración de las calaveritas de temporada y dijo que para rescatar las tradiciones y llevar algo rico y nutritivo a sus clientes, volvieron a incursionar en la elaboración de calaveras.
“Yo me desempeño en el área de decorado, para la mezcla utilizo azúcar y huevo para dar una consistencia pastosa y después le agrego los colorantes artificiales para dar mayor vistosidad”, externó.
Informó que para competir con productos que se elaboran de forma masiva, como las calaveras que vienen del mercado de La Merced, cambiaron la forma de decorar sus calaveras.
“Las flores nos han distinguido, porque ya no son las tradicionales, les hemos dado un plus, tienen diferentes diseños y tamaños, nos han dado realce en la comunidad y nos distinguimos por realizar productos elaborados de forma artesanal”, aseguró.
Explicó que la flor la almacenan con mucho cuidado para que no se humedezca ya que su elaboración se hace en temporada de lluvias.
Para adquirir sus productos, dijo que la pueden contactar a través de su página de Facebook Ana Gabriel Pérez e hizo la invitación a la comunidad en general para apoyar a los artesanos de la región de los volcanes.