
Arqueólogo Jaime Noyola Rocha
Cronista Municipal de Chalco
Para: Domi Hernández, Guadalupe Méndez Lavielle, Saúl Moreno Díaz, María Elena Valdezpino Torres, Vicente Peña Arenas
En memoria del doctor Fernando de la Macorra, Carlos Cabrera Morato, Alberto González Escutia, Anita Vilchis.
Origen e impulsores del museo
En la fundación y el montaje del Museo Nonohualca de Tlalmanalco confluyeron los aportes de un grupo plural de ciudadanos reunidos en torno al Consejo Ciudadano de Cultura de Tlalmanalco.
El Consejo impulsó un profunda labor cultural y ecológica, ya que se trataba de personas con grandes capacidades organizativas, académicas, muy relacionadas con organismos culturales y universidades y su quehacer tuvo en varias ocasiones impacto social.
En su mejor época Alfonso, el director del Grupo de Estudios Ambientales de la UAM describía al consejo como “máquina de guerra” por todo lo que lograban resolver, lo que enfrentaban y el gran ánimo que tenían.
La colección original fue reunida con las donaciones de dos colecciones personales a la que se sumaron las piezas donadas por ciudadanos que respondieron a la convocatoria de donación de piezas para la integración del museo; las sesiones de trabajo para clasificar las piezas bajo la dirección de un arqueólogo; el proyecto empezó a tener viabilidad a partir de que el doctor De la Macorra y el Profesor Vicente Peña Arenas, Director de la Casa de Cultura fueron notificados de que el proyecto de museo fue beneficiado con el apoyo del Programa Pacmyc de CONACULTA y contó con recursos adicionales proporcionados por uno de los miembros del consejo el doctor Fernando de la Macorra, para la fabricación de vitrinas, arreglo de baños, reinstalación eléctrica entre muchos otros gastos; la donación del guión científico por parte de los arqueólogos Guadalupe Méndez y Jaime Noyola.
Es de justicia mencionar que ya cuando teníamos resueltos la mayoría de los asuntos de contenidos, clasificación, gráficos, vitrinas y arreglo del espacio, llegó el momento del montaje del museo y ahí empezamos a batallar y en ese preciso momento aparecieron las instituciones, aunque ya habían sido visitadas y había un trabajo con ellas fue entonces que nos aportaron verdadero apoyo.
En el montaje del museo el consejo recibió la ayuda de la doctora Mercedes de la Garza Camino, Directora del Museo Nacional de Antropología quien obsequió materiales que habían dado de baja en el museo, mamparas, acrílicos y otros materiales, los cuales resultaron muy útiles a la hora de la instalación; el Museo Morelos de Ecatepec nos facilitó el trabajo del museógrafo Cupertino Reyes, quién con un equipo de voluntarios y los miembros del consejo trabajaron sin descanso hasta la conclusión de la instalación museística en todos sus detalles.
Por entonces teníamos acercamiento con el INAH a través del Museo Nacional de Historia, del Museo Nacional de Antropología, de la Delegación del INAH Estado de México, del Museo Morelos de Ecatepec y con instituciones tales como el Centro para la Sustentabilidad de la Universidad Autónoma Metropolitana con quienes teníamos mucho trato y apoyaron muchas de las labores culturales del consejo.
La inauguración del Museo Comunitario Nonohualca fue el 28 de septiembre de 1998, asistió al evento como invitado de honor el Arqlgo. Felipe Solís Holguín, Subdirector del Museo Nacional de Antropología, el año siguiente le pedimos al artista Maxwell Montesinos que plasmara un mural conmemorativo de Tlatlauhqui Tezcatlipoca, el numen tutelar de los Nonohualcas Teotlixcas Tlacochcalcas en un bastidor que fabricamos con ese propósito, al que tituló La Flor de los Destinos.
II. El Museo en su primera época.
El museo ha tenido un excelente desempeño y la comunidad de Tlalmanalco lo ha hecho suyo. Desde su origen ha gozado del acompañamiento de profesores y alumnos de las escuelas del municipio y visitantes foráneos. A partir su apertura tuvo un registro de visitantes, más de tres mil visitantes anuales, en varias épocas el museo ha brindado servicios museísticos, sobre todo cuando estuvo al frente del mismo la arqueóloga Guadalupe Méndez Lavielle en dos administraciones, en calidad de Cronista Municipal, eran comunes las visitas guiadas, tanto al interior del museo como al Centro Histórico, al templo y ex monasterio de San Luis Obispo de Tolosa, así como a la extraordinaria Capilla Abierta del siglo XVI; el Consejo de Cultura ha mantenido cercana vigilancia de la colección y el interior de las vitrinas como custodio legal de la misma y el ayuntamiento se encarga del manejo y mantenimiento del museo.
Durante varios trienios en el arranque del trabajo municipal, el Consejo firmaba contratos de comodato con el ayuntamiento, que al pasar el tiempo ambas partes los consideramos innecesarios. Según el acuerdo original que las partes han respetado, el ayuntamiento se encarga de la operación y mantenimiento del museo y el consejo de la custodia de la colección y de la limpieza del interior de las vitrinas. Tlalmanalco recibe una selecta visita de turismo cultural procedente de la ciudad de México y de varios lugares del mundo, cuyos visitantes han encontrado en el museo información, folletería y respuesta a sus preguntas.
Las diferentes administraciones municipales han prestado mayor o menor atención al manejo del museo, el cual tuvo etapas fluidas y otras más difíciles, en este último caso, por ejemplo, la utilización del espacio para guardar esculturas de héroes patrios removidas del parque o impartir clases y talleres en su interior.
III. Transición, traslado de acervo y vitrinas.
Aunque no conocemos los detalles, la Administración municipal 2019-2021 a cargo de la Profra. Ana Gabriela Velázquez Quintero nos informó que la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de México les aprobó el proyecto de remodelación integral del Museo y el Auditorio Municipal y desde luego estaban muy entusiasmados y por ello nos solicitaron que los apoyáramos sacando la colección arqueológica y las vitrinas a un espacio que nos prestaría el DIF, donde quedarían bien resguardadas, con la promesa de que una vez remodelado el espacio reinstalaríamos el museo de nuevo. Aceptamos porque sentimos que la petición era sincera y las obras a realizar significaban una evidente mejoría al espacio y un beneficio a la ciudadanía. El proceso tendría una duración de tres o cuatro meses, según la empresa que ganó el contrato. Estamos hablando del 22 de octubre de 2020, pero el periodo de espera se prolongó por siete meses, ya que tuvimos noticia de que la empresa constructora había terminado la obra el 16 de junio de 2021. Durante ese tiempo hubo el rumor de que tal vez a la empresa constructora le alcanzaría para renovar la totalidad de las vitrinas.
IV. La reinstalación inicial.
Las vitrinas efectivamente fueron renovadas, la empresa que remodeló el espacio mandó fabricar 30 vitrinas. La proximidad de la entrega de obra motivó que el ayuntamiento solicitara al consejo apoyo para reinstalar la colección arqueológica en las nuevas vitrinas, movimiento en el que fuimos auxiliados por la museógrafa Elena González de la Dirección de Museos del INAH y junto con ella, por la premura que supuestamente había, en un solo día logramos instalar en vitrinas cerca de la mitad de las piezas de la colección. Por razones desconocidas, el gobierno estatal no hacía la debida entrega de obra y cancelaron dicha entrega hasta en tres ocasiones consecutivas. Los miembros del Consejo Ciudadano de Cultura alarmados por el próximo término de la gestión municipal, ya que le restaban sólo tres meses y con la circunstancia agravante de que la colección arqueológica estaba dividida entre las piezas que habíamos colocado en las nuevas vitrinas y las piezas que aún estaban guardadas en las bodegas del DIF y existía el temor de que en el cambio de gobierno fueran a perderse las piezas y la incertidumbre de a quién podríamos reclamarlas después, al gobierno saliente o al gobierno entrante.
V. Protesta y reinstalación definitiva del museo
Fue entonces que dos miembros del consejo ciudadano de Cultura decidimos llevar a efecto una protesta pública exigiendo al gobierno estatal la inmediata entrega de obra, por fortuna el gobierno estatal reaccionó positivamente ante nuestra demanda y tres días después, el 24 de agosto con prontitud armaron el evento de entrega.
La liberación de la obra se tradujo para el Consejo Ciudadano de Cultura en una carrera para concluir la instalación del museo, ya sin la ayuda de la museógrafa, ya que según ella misma nos informó, fue enviada de planta al ex convento de Acolman. Nuevas sesiones de trabajo con el regidor de Cultura y la Dirección del mismo nombre, que habían comenzado desde antes de poder entrar al espacio el 30 de julio, en ese lapso tuvimos dos reuniones de trabajo con el regidor y la directora, quienes pusieron a nuestra disposición a varias personas que facilitaron los trabajos, tuvimos también tres sesiones para revisar y preparar las piezas arqueológicas, los gráficos y las esculturas y dejarlas listas para el traslado al área de exhibición. El 10 de octubre entregamos el gráfico de Línea del Tiempo, que habíamos estado preparando para la nueva versión del museo, a los ocho días, el 18 de octubre fueron abiertas las puertas al público y ofrecimos visitas guiadas a los grupos de estudiantes que se congregaron.
VI. El Museo en su segunda etapa.
Con 24 años de trayectoria el Museo Comunitario Nonohualca de Tlalmanalco, ha demostrado que desde el principio fue un buen proyecto, bien planteado en lo teórico y bien ejecutado, primero porque la comunidad asimiló su presencia y lo convirtió en su museo; segundo porque ha pasado la prueba de permanencia a través de las administraciones y tercero, porque ha llegado a una segunda época en la que se ha operado la renovación total del espacio, la renovación total de vitrinas y ahora, aparte de significativo por el contenido que refleja el pasado prehispánico de la región que Chimalpahin llamó de Chalco Amaquemecan, se ha convertido en un lugar hermoso con acabados de lujo, diseño de iluminación y nueva arquitectura del lugar.
La obra fue financiada por el Gobierno del Estado de México por gestiones hechas por el regidor Daniel González Sigüenza, de la administración 2019-2021.
La comunidad del Tlalmanalco cuenta al día de hoy con un Museo Comunitario totalmente renovado, el espacio quedó magnífico, mucho más allá de nuestras expectativas: con pisos de duela de madera, la iluminación forma parte del efecto que logra la arquitectura con plafones a diferente altura, vitrinas con luz cenital, recuperación del vestíbulo como parte exclusiva del museo que le otorga la dignidad requerida; el tratamiento de la puerta de acceso al interior del museo con jardineras y muros curvos ofrecen una apariencia atractiva, todo lo cual aunado al arreglo de los servicios sanitarios y la remodelación del auditorio ofrecen un espacio completo y atractivo para los usuarios locales y foráneos.