14 de marzo
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Gilberto Hernández Guzmán

      AMECAMECA, Méx.- Lizeth Santamaría, comandante de la policía de género abandonó su turno para irse a una fiesta familia, uniformada, armada y en la patrulla que tiene a su cargo.

    La mañana del viernes ocho de julio, la oficial dejó de trabajar durante más de seis horas para acudir a una fiesta de su familia, llevándose a Eugenio Sánchez Sánchez,  elemento a su cargo  con clave “Coreano” en la unidad 073, ambos uniformados y  armados.

     Lo anterior fue denunciado a AMAQUEME por policías, quienes molestos por la conducta de la responsable de la policía de género, decidieron denunciarla a la opinión pública, principalmente porque Lizeth Santamaría no fue sancionada por abandonar su turno y acudir posteriormente a un servicio en estado de ebriedad.

    Los uniformados precisaron que la comandanta dejó sus labores a las diez de la mañana y se reincorporó pasadas las 16 horas, cuando se le requirió para un servicio en el centro de esta comunidad.

    Explicaron que al llegar al punto que se le requirió, elementos que ya se encontraban ahí y el comisario notaron el acentuado estado etílico de la oficial Santamaría y del policía Sánchez Sánchez.

    Afirmaron que al momento en el que la oficial y su elemento acudieron al servicio, el director de seguridad pública Aníbal Avelar solicitó a personal de asuntos internos del municipio que le realizara una certificación para que dictaminaran el grado de alcohol en el que se encontraban.

   Sin embargo, denunciaron que el secretario particular de la alcaldesa Ivette Topete, identificado como Luis Galicia, solicitó que no se le realizara ninguna certificación presuntamente por órdenes de ella.

    Esta acción molestó a la tropa, ya que constantemente son hostigados por el personal de asuntos internos y por cualquier falla que cometen son arrestados y les aplican correctivos económicos, motivo por el cual de igual manera exigieron que se le aplicara la misma sanción a la comandanta y al uniformado que la acompañaba.

     Revelaron que por el estado etílico en que se encontraba, Lizeth Santamaría  alardeó de tener influencias con la presidenta y no le iban a hacer nada, lo cual finalmente así sucedió y ello generó su inconformidad.

      “Nosotros siempre somos hostigados por parte de asuntos internos, con cualquier falla nos arrestan y en esta ocasión a la comandanta, el secretario particular le hizo el paro por instrucciones de la presidenta”, aseveraron los uniformados denunciantes.

   Puntualizaron que el comisario quería actuar conforme a la ley, aplicándoles la sanción correspondiente a ambos infractores, pero se lo impidieron por órdenes de Ivette Topete.

   “O sólo que también el comisario se haya prestado a esta farsa”, aseveraron.

   “¿Por qué le hizo paro a ella? Y a nosotros por errores insignificantes recibimos sanciones y descuentos” cuestionó uno de los oficiales entrevistados.

    Pidieron a la munícipe a aplicar las mismas sanciones sin importar el rango ni amistad con los elementos.