
Abilene Figueroa López.
ECATZINGO, Méx.- Aunque no lleva la cuenta exacta, Antonina Pérez Aroche estima que ha traído al mundo más de dos mil 700 niños desde que empezó su oficio de partera hace poco más de medio siglo.
“Doña Tony”, de 73 años ha atendido a parturientas de este municipio como de otros de la región.
Por su experiencia fue invitada a dar varias ponencias en la Universidad Intercultural de Tepetlixpa, gracias a lo cual, varios estudiantes la han visitado en su casa para aprender de su trabajo de partera.
Entrevistada por AMAQUEME, Antonina recordó que empezó a practicar su oficio cuando sólo tenía 22 años, que aprendió gracias a su suegra, que era partera reconocida por el Gobierno del Estado.
“Ella tenía mucho trabajo, yo le empecé a ayudar y me gustó, desde el principio me dijo que si sentía miedo no estaba apta para atender esto”, contó doña Tony.
Explicó que su suegra estuvo a su lado en cuatro partos, enseñándole la forma como debería de atenderlos.
Después de ello, al ver que Antonina los atendió de manera correcta, le dio su aval y apoyo para que fuera partera.
“Tiene como tres años que conté mis papeles y eran dos mil 700 partos, pero no los tengo aquí porque se estaban maltratando, actualmente ya están en una bitácora y se ven como nuevos”,
Destacó que además de los partos, también atiende y revisa a mujeres en cinta que se lo solicitan, trabajo que realiza actualmente, porque ya no atiende tantos partos como antes.
“Desde que empezó el Seguro Popular ya no tengo tanto trabajo de parto, ya sólo es pura revisada a las mujercitas que me lo solicitan”, detalló la entrevistada.
Dijo que en las revisiones que hace, únicamente emplea las manos, el Pinard (instrumento que sirve para escuchar al bebé), el rebozo y cremas o aceites esenciales, y cuando se trata de realizar tacto utiliza guantes esterilizados.
Doña Tony mostró a la reportera de AMAQUEME la forma como usa el Pinard, mencionando que lo coloca en la “pancita” para saber si el latido del corazón del bebé no está agitado o lento.
“Si está agitado se deben ir de inmediato al doctor, porque algo está pasando y si está lento puede ser que está dormido, pero también se debe acudir al médico”, explicó.
AMAQUEME también entrevistó a Verónica Martínez, de 51 años, hija de Antonina, quien ha seguido sus pasos como partera y ha traído al mundo a buen número de niños.
“Yo aprendí por necesidad, porque en esas fechas mi madre tenía un hijo muy enfermo, entonces se lo tenía que llevar al hospital y se quedaban por allá, yo había andado con ella acompañándola, pero jamás me acerqué o vi cómo trabajaba”, detalló Verónica.
Mencionó que fue justo en una ocasión en que su madre se había ido, que llegaron a su casa buscando a doña Tony, pero al no encontrarse fue ella quien se vio en la necesidad de atender dos partos en una sola noche.
“Yo no tengo muchos niños atendidos porque aunque sé las cosas y fui a cursos no me pude certificar porque en ese entonces estaba muy joven y dejé de ir a los cursos”, refirió.
Por su parte, Zayra Paloma Martínez Martínez, nieta de Antonina es la cuarta generación de parteras en la familia, ella tiene 30 años y poco más de siete ayudándole a su abuela.
Explicó que desde tiempo atrás sintió la inquietud de ayudarle y le tomó gusto a la labor de partera.
“Ya me está enseñando sus conocimientos para alguna emergencia en que ella no esté, nosotras podamos atender a la gente”, señaló Paloma.
Confió que sólo ha atendido dos partos ella sola, pero en otros ha apoyado a su abuela.
“Es muy bonito, es una emoción y es felicidad para mí el poder apoyar a la persona que ya está en el trabajo de parto y poder ver que el bebé ya nació y que esté bien”, confesó la nieta de doña Tony.
Puntualizó que siente felicidad y emoción saber que es la cuarta generación en su familia en dedicarse a esta noble labor.
Finalmente, Antonina Pérez Aroche informó que para entregar el certificado de alumbramiento acude al centro de salud a solicitar el documento, y siempre se portan amables con ella porque la conocen muy bien y saben de su trabajo.
Con Antonina acuden atenderse mujeres de Ecatzingo, Atlautla, Yecapixtla, Atlatlahucan, Santa Inés, Tepetlixpa, Tepecoculco, Tlacotompa y hasta de la Ciudad de México.