
Jorge Martínez Cordero
CHALCO, Méx.- La lentitud en las obras del trolebús iniciadas hace cinco meses ya provocó el cierre definitivo de al menos 20 comercios ubicados sobre la calle Álvaro Obregón.
De todos los negocios existentes en aproximadamente 100 metros de dicha vialidad, dueños de cinco más enfrentan una grave situación económica por falta de clientes y los restantes tomaron drásticas medidas para sobrellevar la falta de ingresos.
Dichos negocios de diferentes giros se encuentran en el tramo de la avenida Cuauhtémoc centro a la Cinco de Mayo de la colonia Ejidal.
Aunado a ello, propietarios de comercios aún abiertos han sufrido fuertes pérdidas económicas hasta de un 90%, que los está llevando a la quiebra definitiva, confesaron en entrevista con AMAQUEME.
La mañana del miércoles nueve de noviembre, el reportero recorrió la extensión señalada para entrevistar a dueños y encargados, quienes informaron que existen un promedio de 60 comercios.
De esa cifra, 20 ya cerraron, otros cinco están pensando en hacerlo y los restantes siguen sorteando su permanencia con grandes dificultades.
Agustín Arias, propietario de la parrilla “El Canalla”, dijo que en el 2019, cuando abrió sus puertas daba trabajo a 20 personas, pero entre la pandemia del 2020 y las obras del trolebús se ha quedado únicamente con siete.
Subrayó que a consecuencia de la crisis financiera actual en su contra, está pensando seriamente en cerrar.
“Hace cinco meses nos llegó un comunicado por parte del gobierno municipal informando que daría inicio a la obra del trolebús, en ese comunicado nos dejaban bien claro que las obras serían de 45 días a tres meses, pero ya son más de cinco meses y no vemos un avance real” asentó.
Denunció que los trabajos son muy lentos y les ha causado muchas pérdidas, “ya la gente no viene a consumir, y entre la renta y demás gastos ya no se puede seguir”, aseveró.
En su caso, Guadalupe, quien tiene su negocio de novedades, refirió que le dijeron que las obras tardarían 45 días, y por la marcada lentitud, su afectación es actualmente del cien%, pues paga renta y no tiene ingresos porque nadie puede pasar por su calle y en los cinco meses que llevan los trabajos ella sigue pagando puntualmente su arrendo pero no tiene ingresos.
Calificó de desesperante la situación que enfrenta.
José Alberto Sánchez, médico veterinario informó que la caída económica en su clínica ha sido del 80 u 85% y confió que al igual que sus vecinos se las está viendo muy duras porque no hay clientes.
Tanto comerciantes como vecinos que viven en la misma calle coincidieron que es muy complicado caminar por ella, lo que impide que sus clientes lleguen hasta los negocios porque está intransitable debido a las zanjas, bloques de cemento y tierra.
Aunado a ello, sólo está permitido el paso por una lateral, por lo que menos tienen la posibilidad de vender.
En el caso de familias que ahí viven, como la señora Rita, aseguró que es un desastre lo que pasa en la calle desde que iniciaron los trabajos.
Afirmó que en cinco meses, sus familiares han tenido que pagar pensión para guardar sus automóviles porque no lo pueden hacer en sus casas, además se ven obligados a salir hasta con tres horas de anticipación de ellas para llegar a sus trabajos en la Ciudad de México.
Externó que donde los guardan no se los entregan tan temprano y en forma frecuente se ven forzados a viajar en transporte público. “Parece zona de guerra aquí afuera, por la noche de este martes ocho, sin darnos previo aviso, comenzaron a romper y a levantar las banquetas y para hoy en la mañana nos enfrentamos al problema, porque tenemos todo amontonado frente a la puerta de