
Por Avilene Figueroa
SAN MATEO TECALCO, Méx. “Doña Pascualita” festejó 100 años de vida el miércoles 17 de mayo, acompañada de sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.
Entrevistada por AMAQUEME, Pascualita contó algunas anécdotas de su juventud, resaltando que en sus épocas en la fiesta del pueblo la comunidad acudían al ahuehuete a bailar.
“Cuando yo vine acá, ya era ahuehuete, habían muchos bailadores ahí, venían a bailar ahí en el ahuehuete, ya después ya no, ya sólo se hacía la fiesta en el centro”, relató.
Pascualita recordó que anteriormente cada familia se veía obligada a acarrear agua a sus casas para lavar la ropa, pues no había agua entubada en los domicilios.
“Yo lavaba ahí abajo y de ahí todos los demás se tendían toda la barranca a lavar y de ahí se acarreaba agua para beber”, dijo mientras señalaba la barranca cercana a su hogar.
Resaltó que el agua que se bebía era tomada de “la presa”, de un aljibe donde se almacenaba y al que se llegaba por una vereda donde pasaba sólo una persona.
“Yo le digo a mis hijos: ahora somos reinas, pero cuando antes yo me vine a vivir acá teníamos que acarrear agua de allá pa’ acá”, puntualizó la señora.

Debido a su avanzada edad, doña Pascualita presenta problemas auditivos, por lo que fue complicado que respondiera varias preguntas de la reportera, por lo que la tuvieron que ayudar dos de sus hijos.
Rafael Pérez Valencia de 71 años es el tercero de ellos.
Comentó que la principal actividad de su madre fue el comercio y su plaza principal era Amecameca.
“Del comercio fue de donde nos levantó a todos porque ella quedó viuda a los 36 años, mi papá tenía 38 años cuando murió, su plaza era en Amecameca y posteriormente se iba a vender al Distrito Federal y a Morelos”, indicó.
El entrevistado relató lo que su madre les contaba cuando eran jóvenes, como la vestimenta que se utilizaba.
“Nos contaba que anteriormente la gente no usaba el pantalón que usamos ahora nosotros sino que ocupaba puro calzón de manta y la camisa de manta”, explicó.
Otra anécdota que Pascualita contaba a sus pequeños era la forma en que castigaban a algún ladrón que los pobladores de Tecalco sorprendían robando.
“Los que se robaban los guajolotes o las gallinas aquí los agarraban y los amarraban de los postes y toda la gente pasaba a cachetearlos antes que los presentaran ante la autoridad en Chalco”, mencionó don Rafael.
Los hijos de doña Pascualita coincidieron en que existe un error en cuanto a la fecha de nacimiento que fue colocada en su reciente acta (la original se extravió), donde colocaron 1924 como año de nacimiento.
“En los libros del registro civil no se encontró registrada y nosotros como hijos y sus hermanos estamos conscientes de que es de 1922, porque vimos el acta que se perdió, sólo que al solicitar la reposición del acta de nacimiento sólo se hizo un estimado de la fecha”, explicó su tercer hijo.
Es importante destacar que Rafael llevó a la presidencia municipal un oficio en el que doña Pascualita pide que se le beneficie con un cuarto o una loza de algún apoyo o programa, sin embargo no ha tenido respuesta, pero conservan la esperanza de que les otorguen la ayuda.
Hasta hace dos años, Pascualita aún acudía al campo a cortar nopales y hierbas que llevaba a vender a Ozumba, y actualmente aún atiende a sus animalitos, pues le gustan los perritos, gatitos y gallinas.