
Jorge Martínez Cordero
SAN JUAN TEZOMPA, Méx.- La falta de oportunidades laborales llevó a Marco Antonio López Martínez, reconocido pintor y muralista a aceptar un trabajo como conserje en una secundaría para solventar sus gastos familiares.
Su obra como muralista y dibujante es vasta, en ello ha trabajo poco más de tres décadas, pero a falta de trabajo aceptó el que le dieron en la secundaria Alfonso del Valle Salcedo número 0475.
Su nuevo empleo lo combina con esporádicos trabajos como pintor, dibujante y escultor en cartonería que le van ofreciendo conocidos o esporádicos clientes de comunidad.
AMAQUEME lo entrevistó el viernes 22 y confió que su verdadera pasión es la pintura, pero sin fines de lucro, por ello ha desarrollado otros trabajos para sostener a su familia.
En días recientes, Marco Antonio hizo un mural en la casa de Higinio Martínez, localizada en el centro del pueblo, que actualmente vive en Estados Unidos y sólo por temporadas llega a la comunidad para apoyar la cultura y arte.
El muralista contó que desde los ocho años, cuando cursaba el tercer grado de primaria empezó a realizar sus propios dibujos.
Señaló que su aprendizaje fue empírico, pues nunca asistió a ninguna escuela de arte, aseverando que desde niño tuvo la facilidad para pintar y dibujar, por lo que al paso de los años se adentró al muralismo y a la pintura al óleo.
Dijo que desde años atrás sus mismos vecinos lo buscan para hacerles retratos, óleos de paisajes y uno que otro mural.
“Recuerdo que antes hasta me buscaban para hacer trabajos de dibujo y pintura a los niños para sus tareas, pero con el paso del tiempo y el auge de la tecnología, ya todo lo buscan por internet, lo imprimen y listo”, apuntó con evidente nostalgia.
El reportero constató que Marco es un personaje muy reconocido y estimado por habitantes de Tezompa y gracias a su destacado trabajo fue llamado por un párroco de la iglesia principal del pueblo a plasmar en la cúpula lienzos al óleo de los cuatro evangelistas, San Lucas, San Mateo, San Juan y San Marcos hace 15 años.
Comentó que hace tres, por otro invitación de otro sacerdote pintó varios ángeles, también al óleo en la parroquia del Santísimo, trabajos que se conservan intactos.
Apuntó que también ha realizado esculturas de cartonería para escenarios utilizados en pasajes de la representación de la pasión de Cristo.
Lamentó que a ninguno de sus hijos les llamó la atención inclinarse por la pintura, pero cambió su semblante cuando dijo que en una de sus nietas alberga la esperanza que tenga esa vena artística, pues le llama mucho la atención y se la ha empezado a fomentar.
Hizo un llamado a su comunidad para que los trabajos que ha hecho en bardas y muros de la calle y en otros lugares los conserven y no se vandalizen, porque es importante darlo a conocer para que no sólo sea conocida por la violencia existente.