13 de marzo
el laberinto

AL DÍA SIGUIENTE DE ASUMIR la comandancia de la región XLVIII, el inspector Juan Cid Garduño se reunió con l o s c o m a n d a n t e s d e l o s s i e t e agrupamientos que conforman su jurisdicción, pero para su sorpresa, no fue para informarles la nueva estrategia de seguridad en sus municipios, que nada sabe de ello.

LO QUE LES DEMANDÓ, causó la molestia y rechazo de sus subordinados, pese a que están acostumbrados a caprichitos de comandantes nuevos que regularmente les mandan de fuera.

SIN MÁS PREÁMBULO Juan Cid, cuya edad no rebasa los 30 años, pero tiene más grados que mi admirado Pancho villa, les exigió, más que solicitó, la inmediata compra de una sala, una mesa de centro y una pantalla, que les dijo, costaban 13 mil, tres mil y cuatro mil pesos, que utilizaría para adornar su oficina.

JUAN DEMANDÓ QUE LA compra se hiciera en paquete y al contado en un c e n tr o c o m e r c i a l p r e v i a m e n t e seleccionado por él.

L O S C O M A N D A N T E S d e l o s agrupamientos FAR, GARIP, Tepetlixpa, Amecameca, Ayapango, Ozumba y Atlautla decidieron no cumplirla, por estimar que rebasaba sus magros ingresos, lo que provocó el enojo del nuevo comandante de región.

A PARTIR DE ESE DÍA, LAS RELACIONES se tensaron, lo que obligó a algunos oficiales a escribir un documento de inconformidad que van a mandar a la dirección general de seguridad pública. UNIFORMADOS ENTREVISTADOS me aseguran que su nuevo jefe no tiene ninguna experiencia para ocupar un cargo como el suyo, me revelaron que sus grados y el actual como inspector, los obtuvo gracias a un diputado del Estado, del que fue su chofer y lo ayudó con mandos de la Secretaría para que lo nombraran responsable de esta región