
Abilene Figueroa L.
ATLAUTLA, Méx.- El Jardín Campestre de los árboles de navidad, ubicado en los límites de este municipio con el de Ecatzingo ofrece a sus visitantes tres especies diferentes de arbolitos de navidad.
Ayacahuites, oyameles y abetos son los tres que se encuentran en el lugar, localizado en el kilómetro siete de la carretera Atlautla-Ecatzingo.
Entrevistado por AMAQUEME, Alfonso González Rodríguez, de 81 años, dueño de la plantación, dijo que la idea inició en el 2010 luego de que en dicho terreno se cultivaran otros vegetales sin mayor éxito.
“La idea es porque el terreno es adecuado para este tipo de plantas y porque el gobierno del estado de México, específicamente PROBOSQUE promueve la creación de plantaciones forestales comerciales”, explicó.
Dijo que fue PROBOSQUE la dependencia encargada de asesorarlo sobre la forma correcta de darle mantenimiento y sembrar árboles.
“La asesoría es para mantener el terreno protegido contra incendios, para eso se hacen brechas corta fuego, también nos explicaron cómo sembrar los árboles y hacerles su cajete y también lo importante es que PROBOSQUE nos regala la planta cuando está pequeña”, informó Alfonso.
El entrevistado informó que cada año, PROBOSQUE entrega plantas en cierta temporada, por lo que anualmente se renueva la plantación, además de que algunos de los pinos que se cortan vuelven a retoñar.
Actualmente el Jardín Campestre de los árboles de navidad tiene alrededor de dos mil 500 árboles, de los cuales, de 200 a 250 los que ya están listos para su venta.
“El árbol grande quisiera que saliera antes de los pequeños, porque cuesta mayor trabajo darle mantenimiento”, refirió.
También resaltó que el impacto ambiental es positivo, ya que no se cortan los ejemplares para dejar el terreno baldío, sino que se siembran más árboles, que tardan en crecer hasta siete años.
“Generan oxígeno, absorben el dióxido de carbono y mejora el suelo evitando la erosión y manteniendo la humedad y eso es benéfico”, manifestó.
“El ayacahuite tiene un costo de mil pesos, en una altura de dos a 2.20 metros, y el oyamel y abeto están en mil 200 cada uno con la misma altura”, detalló el entrevistado.
Dijo que sus árboles se venden en maceta o con cruceta (ambas por separado), todo depende del gusto del cliente.
“Vienen familias completas que se recrean en la plantación porque visitan los árboles, les gusta el espacio, les gusta lo verde, muchos se quedan durante un largo tiempo a disfrutar del ambiente de la plantación”, contó.
Asimismo, mencionó que en los últimos años, en el jardín acuden artesanos a vender sus productos.
“Es el tercer año que hemos invitado a artesanos, vienen fabricantes de piñatas, una señora que hace tlacoyos y un productor de miel, todos de Ecatzingo”, informó.
Señaló que aún hay espacio para los artesanos que se interesen en vender sus productos en ese lugar.
“Esta es una plantación pequeña en comparación con otras muy famosas y grandes en la región, pero tenemos árboles de muy buena calidad y bien trabajados y yo creo que el precio es justo”, finalizó Alfonso.