
La explotación de material pétreo del cerro del Tenayo por el ejido de Tlalmanalco está causando graves afectaciones a veneros de agua, la muerte y migración de animales endémicos y enfermedades respiratorias.
Por la devastación que se está causando en el lugar, ambientalistas, habitantes y organizaciones ecológicas del municipio de Tlalmanalco demandaron su clausura y emitir una declaratoria de contingencia ambiental para salvaguardar la integridad física del cerro del Tenayo por los daños irreversibles que está ocasionando.
Las solicitudes se hicieron a la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México, a la PROFEPA y a la Procuraduría de Protección Ambiente estatal.
Por su parte, funcionarios del gobierno municipal afirmaron a AMAQUEME que la mina denominada del Tenayo no cuenta con Dictamen Único de Factibilidad, ni con la licencia de uso de suelo para la explotación del cerro, con lo cual violentan la legislación local y federal.
El siete de febrero anterior, el edil Oscar Jiménez Rayón solicitó a la Secretaría estatal del Medio Ambiente informarle si existía un resolutivo o convenio de esa secretaria respecto a la explotación de la mina “El Tenayo”, y si existía, pidió indicarle el área de explotación autorizada.