12 de marzo

**Estas estructuras de concreto fueron construidas en 1899; son seis

Alma Abilene Figueroa López

 ECATZINGO, Méx.- Las bóvedas de los puentes San Rafael y Atlixco, ubicadas en este municipio forman parte importante de los atractivos turísticos; la más grande es la de Chichilacaxtla.

   Está ubicada en la delegación de San Marcos Tecomaxusco y es una de las seis bóvedas donde pasaba el ferrocarril durante la revolución.

Las bóvedas y desagües fueron construidos en 1899, pero se les empezó a dar utilidad a partir de 1901.

En entrevista para AMAQUEME, el profesor e historiador José Luis Reyes Sánchez, comentó que la bóveda de Chichilacaxtla mide 34 metros de largo, su construcción inicio en febrero de 1899 para terminarse cinco meses después, en julio de ese mismo año.

Explicó que en los años en que se empezaron a estudiar, para saber la fecha exacta de su construcción, se utilizó equipo especial para  acceder a la placa que especifica los datos de ello.

 “Usamos equipo de rapel y la ayuda de protección civil para bajar y tomar fotografía de la placa y con ello tener la certeza de la fecha de construcción”, explicó.

Es importante mencionar que estos puentes forman parte de un recorrido que se ofrece a visitantes del parque ecoturístico Tlanamacoyan, visitado también por turistas extranjeros.

“Los puentes se realizaron para que pasara el ferrocarril de San Rafael y Atlixco, El ferrocarril se dirigía a la estación de Apapaxco, donde extraían madera para la fábrica de San Rafael”, explicó a la reportera.

En cuanto a los desagües, el entrevistado dijo que fueron diseñados para evitar que el agua dañara las estructuras por las que cruzaba el ferrocarril.

También detalló la forma para partir los cerros, construir las vías y rellenar barrancas.

Finalmente invitó al público en general a visitar estos sitios históricos, que tras su descubrimiento han hecho que Ecatzingo ofrezca a sus visitantes una experiencia turística única.