12 de marzo

**Su niño lo acompaña de lunes a domingo cobrando el pasaje

    SAN PABLO ATLAZALPAN, Méx.- A sus cinco años, “Guicho” ya sabe lo que es ganarse la vida honradamente, ayudando a su padre en diferentes tareas y cobrando a pasajeros de su mototaxi.

   La mayor parte del día acompaña a su progenitor recorriendo las calles de esta comunidad, actividad que inician a las siete de la mañana.

   José Luis Ángeles Moreno, de 52 años bicitaxista, lleva poco más de cuatro meses trabajando como moto taxista y “Guicho” lo acompaña como copiloto.

   El niño trabaja con él de las siete a las 8:30, cuando entra al kínder, para proseguir la jornada laboral a las 13 horas.

   Antes de dedicarse al transporte en motocicleta, José Luis padre fue comerciante, luego trabajó en una fábrica de bolsas en esta misma población.

   Sin embargo, una hernia provocada por cargar objetos pesados lo obligó a cambiar de actividad.

A pesar de su lesión, continúa realizando labores que exigen esfuerzo físico, pero adaptadas a su nueva realidad.

Contó que la motocicleta que utiliza es de su propiedad, aunque por la «calandria» (el remolque) debe pagar 60 pesos diarios de renta.

Con estirones y jalones, trabaja arduamente para cubrir los gastos de la escuela de su hijo, la renta de su vivienda y otras necesidades familiares.

José Luis comentó que comparte estos gastos con su esposa, Alberta, quien trabaja por su lado en una fábrica de chiles.

   Dijo que a las 13:00 horas lo recoge del kínder para que lo siga acompañando hasta las cuatro de la tarde, cuando su esposa termina su jornada laboral como obrera y pasa por él para llevarlo a casa, en tanto José continúa trabajando hasta las siete.

Contó que paga una renta mensual de 1,200 pesos, lo que exige un esfuerzo constante y sin descanso.

Consciente de su situación, José Luis tiene claro el valor del trabajo duro, una enseñanza que aprendió de su padre e intenta transmitirle lo mismo a su hijo desde temprana edad.

Asentó que su pequeño lo acompaña también en otras actividades que realiza periódicamente para obtener más dinero, como cortar pasto, trabajos de albañilería y otros oficios, con el fin de que aprenda lo que implica ganarse la vida, tal cual lo aprendió él.

Luis contó que con su familia se mudaron de la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México a Chalco en busca de un entorno más tranquilo.

A pesar de las dificultades, su determinación y la dedicación de ambos padres por brindar lo mejor a su hijo se reflejan en cada uno de sus esfuerzos diarios.

A través del trabajo, no solo buscan subsistir, sino también inculcar valores fundamentales de responsabilidad y esfuerzo a su hijo, la nueva generación.