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16 de junio

Jorge Martínez Cordero  

    TENANGO DEL AIRE, MÉX.- Casi la mitad de su vida, -40 años-, el viejo reloj ha pasado en el centro del jardín municipal y es un referente que da identidad a esta comunidad.

   El reloj cuenta con poco más de 80 años de historia, cuya carátula ha sido cambiada varias veces, pero conservando su maquinaria original.

   De acuerdo a fuentes orales, el reloj original primero estuvo montado en una estructura de hierro en la primera presidencia, a partir de 1940, pero se vino abajo durante un sismo acontecido en los años cincuentas.

María Reyna Chavarría Pérez, vecina de este municipio, quien vive en el  barrio “La Palma”, contó a AMAQUEME  que desde muy niña, cuando tenía cinco o seis años, sus papás la llevaban de paseo a la antigua presidencia municipal y recuerda que veía en ese entonces un enorme reloj en lo alto del edificio.

   “Era un reloj redondo y muy bonito, a mi me gustaba mucho cuando mis papás me llevaban a la presidencia, veía cómo se movían sus manecillas, que más bien parecían dos gigantes brazos, me gustaba también oír sus campanadas”, comentó.

    Recordó que después se enteró que se había caído durante un temblor y ya no supe de él hasta que construyeron una torre y pusieron el reloj en la parte más alta.

   “Lo vi muy cambiado, pero me dijeron que era el mismo, sólo que le habían cambiado la caratula”, mencionó María.    

    Después de su caída, sufrió varios y severos daños, por lo que fue guardado varios años por autoridades municipales, hasta que  fue recuperando en los años setentas, cuando con una torre propia fue presentado a la población en la plaza central.

   Sin tener el dato preciso en documentos, se ha presumido que el reloj fue llevado a Tenango desde la comunidad serrana de Zacatlán de las Manzanas, perteneciente al estado de Puebla, en asquel entonces, el único lugar del país donde se construían ese tipo de maquinarias.