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17 de mayo

Gilberto Hernández Guzmán

    SAN DIEGO TLAXCALTITLA.- Por la negativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia -INAH- a autorizar la reconstrucción de la iglesia de “San Diego de Alcalá”, pobladores de esta comunidad empezaron a edificar una nueva junto a ella.

   Aunque los trabajos ya iniciaron hace más de seis años, la mañana del viernes 19 de febrero el padre Adolfo Cervantes Salazar bendijo los cimientos de la nueva iglesia, donde en su momento se va a colocar la imagen de San Diego de Alcalá.

     Vecinos entrevistados por el reportero de AMAQUEME dieron a conocer que su iniciativa les nació por las constantes negaciones del INAH a otorgarles el permiso para reconstruir el templo antiguo, que data del siglo XVI, mismo que con el paso del tiempo y la falta de atención se ha ido derrumbando.

    Explicaron que la obra la iniciaron hace poco más de seis años, pero por falta de recursos monetarios y materiales se fue aplazando, hasta que en este año reconcentraron sus esfuerzos y se cooperaron para comprar material y reanudarla.

     María Claudia Vázquez Ramírez, delegada de Huehuecalco, presente en la entrevista, pidió apoyo a la ciudadanía para terminar la obra, ya que por la falta de recursos y debido a la pandemia, las aportaciones que dan los cerca de 300 habitantes de esta subdelegación no son suficientes para solventar el costo de la construcción.

    “En estos momentos, para nosotros todos los apoyos serán bienvenidos, necesitamos varilla, cemento, tierra, arena, grava, block y sustentos económicos para pagarle a los trabajadores que la están construyendo, entre nosotros nos organizamos y hemos comprado parte de ese material, pero no es suficiente hasta el momento” dijo la delegada.

     Por su parte, Hugo Francisco López Martínez, otro de los vecinos entrevistados, aseguró que el principal obstáculo que enfrentan los pobladores para continuar avanzando en la edificación de la capilla es el económico y los permisos que debe otorgar el INAH, por ello decidieron hacer la nueva en un terreno donado por otro de los vecinos.

   “Nos han dado muchas largas,  los permisos extensos salen caros y no contamos con ese recurso, por ellos decidimos empezar desde cero”, aseveró.  

    Finalmente, el párroco Adolfo Cervantes afirmó que pese a que San Diego es una comunidad pequeña, sus pobladores se han esforzado para construir su iglesia como un acto de fe.

   “Ellos ya tienen su iglesia del siglo XVI, pero el tiempo se la ha ido acabando y el Instituto Nacional de Antropología e Historia sólo daba permiso por tres meses, lo que no era suficiente para la construcción, motivo por el cual se decidió hacerla a un lado” comentó.

    De igual manera refirió que si alguien desea ayudar para recabar fondos, pueden acercase  a la parroquia de Zoyatizingo.