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17 de mayo

REGION ORIENTE, Méx.- En su recorrido por comunidades de Ayapango y Amecameca, la candidata a la Diputación Local por el Distrito 28 escucha la problemática de sus habitantes en cuanto a deficiencias del sistema de salud, mismas que se dejaron ver con más notoriedad a partir de la emergencia por el Sars-Cov-2, aunque los rezagos en esta materia son anteriores y se han venido acumulando.

Una de las demandas más sentidas es la insuficiencia de médicos adscritos en los centros de salud, en especial en delegaciones que han crecido en población, como es el caso de Zoyatzingo, pero el espacio y servicio médico sigue siendo el mismo de hace muchos años, con médicos pasantes que no tienen capacidad suficiente para atender las crecientes demandas cotidianas en las comunidades.

Desde la perspectiva de Beatriz García, hay que atender las demandas urgentes para cubrir las necesidades actuales de atención médica, y se compromete a seguir trabajando en esa dirección.

Sin embargo, quiere concentrarse también en la creación de la Ley de Salud, donde se dé prioridad a la atención primaria, con una visión preventiva y de atención temprana para padecimientos que, si no se atienden a tiempo, derivan en enfermedades crónico-degenerativas.

Insiste, y con razón, en que el cuidado de la salud es mucho menos costoso cuando se previene con buenos hábitos alimenticios y de actividad física, y en la región de los Volcanes tenemos el privilegio de tener acceso económico a alimentos ancestrales, que mantuvieron fuertes y saludables a nuestros mayores.

En cambio, de seguir la tendencia a consumir comida industrializada y con alto valor calórico, gastamos más y nos desgastamos aún más, lo que conlleva un enorme costo económico y emocional para las personas que enferman y sus familiares, así como los siempre insuficientes presupuestos para atender enfermedades tan complejas como diabetes, cáncer y otras tantas derivadas de hipertensión y obesidad.

Hay que tomar en cuenta, además, que estos daños a la salud se están manifestando cada vez más en jóvenes y hasta infantes.

Por eso la importancia de una ley integral que contribuya gradualmente a retomar nuestros mejores hábitos alimenticios, de cuidado y prevención de la salud, con programas para detectar problemas en fase temprana y una educación desde la infancia que oriente mejor nuestras preferencias de consumo.