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16 de mayo

Joel Avelar de León

AMECAMECA, Méx.-  A la distancia, su figura es inconfundible, tanto por su altura física como por los bastones que usa para caminar, regularmente por las mañanas o tardes en el jardín principal o por la calle Paseos del Sacromonte.

   Las decenas de personas que como él acostumbran caminar o correr por dicha calle que cruza a un costado de la cancha del IMSS, desconocen que el ingeniero Alberto Medina Andrade, fue quien gestionó ante el entonces director de la clínica local del seguro social un espacio para que niños y adolescentes pudieran jugar fútbol.

   Eso fue a principios de 1970, cuando dirigía al equipo infantil “Marte” y aún trabajaba en la fábrica de papel San Rafael, de donde es oriundo y nació hace 84 años.

   La mañana del jueves seis de abril, el reportero de AMAQUEME lo encontró en su caminata habitual, práctica diaria obligada para mantenerse bien de salud.

   Suscriptor de este medio de comunicación en su edición impresa durante largos años, el ingeniero aceptó con gustó la entrevista que le solicitó el reportero.

   Recordó que con el apoyo de un grupo de padres de familia, a cuyos hijos entrenaba en el mencionado equipo, habló con el doctor Ernesto González, el primer director de la clínica para pedirle permiso de acondicionar un espacio contiguo como cancha de fútbol.

   “Aceptó, me dijo tómenlo, úsenlo para ese fin tan noble que buscan, si el seguro social me dice algo, suspendo la construcción, afortunadamente no sucedió y hasta la fecha se conserva la cancha, que tantos papas y tantos niños ayudaron a construir”, recordó.

   A casi 55 años de ello, para alegría y satisfacción de su fundador, dicho espacio aún se utiliza para su propósito original, actualmente bajo el control de la liga regional de fútbol de Amecameca.

   El ingeniero Medina fue un reconocido futbolista que militó en el Marte y Ameca, dos oncenas de tradición y éxitos en el balompié de este municipio  que existieron entre 1950 y 1970, siempre desempeñándose como defensa central.

   Recordó que ayudó a construir el estadio de fútbol “Francisco Flores”, situado en la calle Cuauhtémoc, a un costado de la preparatoria Sor Juana Inés de la Cruz.

   Citó que eso fue a mediados de los 60, y mucho le ayudó su esposa, que era regidora en el ayuntamiento que presidía Federico Figueroa, quien donó cinco toneladas de varilla, cuatro de cemento y ocho millares de tabicón para construir las bardas.

   “Primero le pedí al ingeniero Fernando de la Macorra, gerente de la fábrica de papel que me prestara una motoconformadora para abrir el terreno donde se pondría la cancha y luego, cada equipo de futbol ayudó con viajes de grava y arena para rellenarla y tender una cama”, externó.

   Alberto Medina es un personaje ampliamente conocido y querido por su importante aportación al futbol de este municipio.