
Alma Abilene Figueroa L.
SAN JUAN TEPECOCULCO, Méx.- Natalia Vázquez Balbuena era adolescente cuando aprendió a fabricar casitas navideñas guiada por su padre; actualmente cuenta con 62 años de edad y continua con esta ardua labor.
Entrevistada por AMAQUEME, Natalia dijo que fue su padre Raymundo Vázquez, quien le enseñó a trabajar en este oficio, posteriormente se casó y junto a su esposo siguieron trabajando en la producción de casitas y puentes navideños.
Recordó que la primera casita que hizo fue una tipo quiosco, muy parecida a las casitas chinas e indicó que con el pasar de los años ha perfeccionado su trabajo.
“Primero las hacíamos más sencillas y ya ahorita está mejor el trabajo”, comentó.
Los materiales que utiliza son triplay, madera, pasto y lama, algunos de los cuales recolecta en el monte durante todo el año antes de navidad.
“Empezamos en enero a juntar el pasto, vamos al monte a juntar la vara, empezamos a limpiar la lama para poder colocarla, así como está ahorita, esa también la pintamos”, explicó Natalia.
Informó que en esta temporada navideña logra vender más de 500 casitas de diferente tamaño en plazas de la región y en otros puntos de venta como Cuautla, y de acuerdo al tamaño el costo varía.
“Empezamos con la base, le ponemos los troncos, hacemos el techito y se lo colocamos, después ponemos el respaldo de atrás y empezamos a colorearlas”, detalló sobre el proceso de elaboración.
La entrevistada hizo una invitación a los lectores de AMAQUEME para que adquirir con ella sus casas, puentes y maquetas navideñas.
“En Tepecoculco pueden visitarnos, en el mes de diciembre nos vamos a Cuautla, frente a la llantera de la central de abastos”, mencionó.
Confió que el negocio hasta hace poco tiempo era familiar, pero en los últimos años se han apoyado de aprendices, beneficiarios del programa federal “Jóvenes construyendo el futuro”.
Aunque el tiempo de trabajo de los practicantes es de un año, la mayoría no dura en el empleo debido a que durante todo ese año deben apoyar a la recolección de los materiales y no sólo a ensamblar las casitas.
La reportera también entrevistó a Berenice Jazmín Martínez Soriano, de 21 años, actual aprendiz en el taller de doña Natalia y dijo sentirse contenta con la labor que está realizando.
“Empecé a pintar las casitas, me están enseñando a lamar (colocar y pegar la lama de forma correcta) y a poner decoraciones”, puntualizó.
Externó que ingresó al taller porque le llama la atención el diseño de las casitas y aunque no tiene familiares que las hagan, su deseo es aprender a elaborarlas desde cero, es decir, desde la recolección de los materiales necesarios para las casitas.